¿Sabes cuáles son los efectos secundarios menos conocidos de la diabetes?

Unos niveles elevados de glucosa en sangre pueden acarrear importantes complicaciones crónicas a nivel vascular

por Gtresonline

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Diabetes (que tuvo lugar el 14 de noviembre), muchos de sus focos estaban puestos, además de en el apoyo a los pacientes y sus familias, en la incentivación de campañas divulgativas y sensibilización con esta enfermedad. Según el estudio Di@bet.es, impulsado por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), solo en España, un 8,5% de la población está diagnosticada de diabetes y más de un 25% padece algún trastorno del metabolismo de la glucosa. Se trata de una dolencia muy extendida de la que se prescriben casi 400.000 nuevos casos al año, siendo la prevención y una pronta detección claves en su tratamiento. Sin embargo, un retraso en su diagnóstico implica que un 50% de las personas puedan presentar ya alguna complicación crónica derivada de ella.

Un dato que nos confirma la doctora Noemí González Pérez de Villar, secretaria de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y miembro del Servicio de Endocrinología del Hospital de La Paz de Madrid. "La elevación crónica de la glucosa (debida a un diagnóstico tardío o a un inadecuado control a lo largo de los años) produce complicaciones crónicas que afectan, sobre todo, a los vasos del organismo, tanto a los grandes (corazón, cerebro y miembros inferiores), como a los pequeños (principalmente, riñón, retina y los que mantienen la oxigenación de los nervios periféricos)", señala.

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Pero, ¿por qué se producen?

La experta aclara que el mecanismo por el cual se producen todas estas alteraciones es siempre el mismo: la glucosa elevada de forma continuada es dañina para la pared de los vasos desencadenando una reacción inflamatoria defensiva por parte del organismo. Ello conlleva pérdida de elasticidad de las arterias y su estrechamiento progresivo, de manera que el flujo va reduciéndose, pudiendo favorecer la formación de coágulos (trombos) que acaban por obstruir esos vasos y dando lugar a un infarto.

Una información que nos hace prestar una especial atención a los efectos secundarios menos conocidos (pero no por ello menos importantes) de la diabetes. La especialista nos los detalla a continuación.

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Complicaciones macrovasculares

  • Corazón. Una menor circulación en las arterias coronarias puede llevar a sufrir infartos de miocardio, arritmias e insuficiencia cardíaca. Además, como los nervios de estas arterias pueden estar afectados, el dolor característico de la angina puede verse disminuido o no existir, pasando desapercibido por paciente y médicos, hasta que la afectación es mucho mayor. Así, las personas con diabetes tienen entre 2 y 6 veces más riesgo de muerte por episodios cardiovasculares y 2,5 veces más probabilidades de desarrollar insuficiencia cardiaca.
  • Cerebro. La diabetes aumenta 4 veces el riesgo de infarto cerebral. Esto se debe a que el estrechamiento progresivo de los vasos del cerebro disminuye el riego de las neuronas pudiendo producir ictus y deterioro cognitivo (demencia vascular).
  • Circulación periférica de los miembros inferiores. La diabetes es una de las primeras causas de amputación no debida a traumatismo por la reducción progresiva de la circulación en las arterias distales de las piernas lo cual, a nivel precoz, produce un retraso en la cicatrización de las heridas y, en casos avanzados, úlceras de difícil curación que pueden acabar en amputación.

Complicaciones microvasculares

  • A nivel renal. La reducción del riego a los riñones conlleva una reducción progresiva de su función. Así, un 50% de los diabéticos tienen insuficiencia renal crónica, que puede desembocar en la necesidad de diálisis e, incluso, de un trasplante renal.
  • A nivel de la retina. Hasta un tercio de las personas con diabetes sufren retinopatía, principal causa de la ceguera adquirida.
  • A nivel de los vasos que nutren a los nervios periféricos. La falta de nutrientes y oxígeno a esos nervios (principalmente de las piernas) afecta a la sensibilidad, bien disminuyéndola y aumentando así el riesgo de heridas que pueden derivar en úlceras y amputaciones; o bien aumentándola, propiciando la necesidad de tomar medicación para reducir el dolor.

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La prevención, el mejor tratamiento

A pesar de ello, González Pérez de Villar asegura que la mejor forma de evitar que ocurran estas complicaciones es la prevención, un diagnóstico precoz de la diabetes y seguir un tratamiento adecuado para evitar la glucosa elevada (con insulina si es preciso). "Si alguien se pregunta si sirve de algo controlar todos estos factores a tiempo, la respuesta es sí. Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista científica New England Journal of Medicine demuestra que una persona con diabetes tipo 2 que tiene la glucosa, el colesterol y la tensión bien y que no fuma, tiene la misma posibilidad que cualquier otra sin diabetes de tener una vida sin complicaciones", concluye tajante.