El mundo de la moda está viviendo una de sus mayores transformaciones en este siglo. El sporty se ha convertido en el nuevo chic y la industria del lujo ha vuelto su mirada a las nuevas tendencias que dan importancia a la sostenibilidad frente a la ostentación. Es un hecho, cada vez son más las firmas de lujo que abandonan la piel en sus diseños. Stella McCartney, Gucci, Hugo Boss o Ralph Lauren, entre otras, han anunciado en los últimos meses su decisión de renunciar al uso de tejidos de origen animal en pro de la Fur Free Alliance (Alianza contra el uso de pieles). No solo eso, los grandes prescriptores de moda, celebrities e influencers, se han entregado de lleno al mundo de la sostenibilidad en su estilo de vida, así como en sus looks cotidianos y de alfombra roja. Emma Watson, Gwyneth Paltrow, Natalie Portman o Elsa Pataky son algunas de las celebridades abanderadas de esta causa y responsables de aportar su granito de arena a este gran cambio.
Conscientes del gran tirón que en la actualidad tiene la moda vegana, las marcas también de ropa asequible han ampliado la oferta de este tipo de prendas también en sus porfolios pero, ¿existe realmente la piel vegana? En verdad no, pero el concepto sí es una realidad. Se conoce como piel vegana como todo aquel tejido que se crea como alternativa a la piel o el pelo y es respetuoso con el medio ambiente. Conseguir este fin pasa, en ocasiones, por emplear grandes dosis de inversión por parte de las firmas para dar con el efecto piel deseado sin atentar contra el medio ambiente. De ahí que la industria del lujo sea la encargada de lograrlo en primera instancia y tras ella vayan todas las demás, también la de la moda asequible.
Existen numerosas firmas que ya se erigen en el mercado como marcas sostenibles y cuyo punto fuerte es sin duda, además de la manufactura, su materia prima. Fibras sintéticas con apariencia de cuero, plástico de botellas recicladas, tejidos vegetales patentados como la “Seda Sabra” (proveniente de un cactus y cuyo proceso de fabricación es todo un secreto) o el Piñatex (creado por la española Carmen Hijosa y que consigue el efecto piel con hojas de piña obteniendo una textura similar al cuero), entre otras, son algunas de las alternativas a la piel como hasta el momento la concebíamos en nuestro armario. Una de las más exitosas es, sin duda, la del conocido como cuero vegetal, que como explicábamos, se obtiene de diferentes hongos y frutas y que pasa por un proceso de curtido libre de químico. Su apariencia es muy parecida al ante y ha llamado la atención de firmas como Puma o Camper.