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A pesar de que está comenzando a desaparecer del mapa, después de que muchas firmas hayan decidido sumarse al movimiento 'Fur Free' (Sin piel), dejando de utilizar este material en sus propuestas, son muchos los que conservan prendas y objetos de piel. Además de utilizarse para una importante cantidad de prendas de vestir y complementos, como chaquetas, abrigos, correas de relojes, carteras, guantes y botas, también se emplea para la fabricación de otros productos, como la tapicería de los coches y diferentes muebles.
No obstante, pese a tratarse de productos exclusivos, duraderos, sofisticados y bonitos, también guardan grandes inconvenientes. Conservar en perfecto estado las prendas y objetos de piel es una tarea complicada. Se desgastan con facilidad y, además, pueden agrietarse con el paso del tiempo, adquiriendo una mala apariencia. Sin embargo, la piel se limpia con mucha más facilidad que otros materiales y basta con poner en práctica una serie de remedios caseros para conservar en perfecto estado tus objetos favoritos.
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Crema de manos para proteger y limpiar
Cualquier pequeño incidente puede provocar manchas, roces e incluso arañazos. Sin embargo, cualquier mueble, ropa o pieza que esté recubierta con este tejido puede quedar como nueva sin necesidad de invertir mucho dinero. Basta con aplicar crema de manos en una toallita y extenderla sobre la superficie que está marcada. Puedes eliminar el exceso de producto pasando sobre ella otra toalla limpia y seca. Deja que el objeto se seque en un lugar a temperatura ambiente, lejos de fuentes de calor directa como los secadores, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden alterar su forma original.
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Aleja tus objetos del plástico y del polvo
El plástico es uno de los grandes enemigos de la piel, especialmente del cuero. ¿El motivo? No permite que este material respire, algo necesario para que mantenga sus cualidades, dando lugar a la aparición de hongos y moho. A pesar de que solemos escoger fundas de plástico para guardar las piezas más valiosas del armario, se debe optar por fundas de tela o algodón. Además, es recomendable reservar un lugar ventilado y seco de tu vestidor para conservar este tipo de prendas, ya que la humedad y la luz del sol podrían dañarlas.
Es importante mentener los objetos de cuero libres de polvo, si no la piel podría comenzar a agrietarse y a adquirir una mala apariencia. Para ello, basta con pasar una esponja seca por la prenda de forma periódica.
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Cepillado diario
Si tienes prendas u objetos de ante o nobuk debes prestar especial atención a su mantenimiento. Son piezas con superficies más sedosas que, a su vez, presentan una mayor sensibilidad a la luz del sol, las manchas y la decoloración. Para su cuidado, lo idóneo es realizar un cepillado diario con un cepillo de púas blandas, haciendo suaves movimientos circulares. A continuación, frota en el sentido del pelo para 'peinar' ligeramente la superficie. Este pequeño truco servirá para proteger las prendas de la suciedad y evitar lamentaciones en el futuro.
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