‘La tecnología nos volverá idiotas’. O eso nos decían cuando la tecnología parecía que iba a convertirse en el apocalipsis de nuestras vidas. A estas alturas, todos sabemos que siempre que hagamos un uso correcto, los efectos que ha tenido en numerosos ámbitos de la sociedad, también en el de la salud (la llamada eHealth), son más positivos que negativos.
Sin embargo, todo tiene una cara menos amable y es cierto que el abuso de ciertas tecnologías, en concreto de los dispositivos móviles, tablets, etcétera, ha dado lugar a nuevos trastornos tanto psicológicos (la 'nomofobia' o el 'phubbing'), como físicos asociados a un uso desmesurado.
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Entre otros aspectos, a los expertos les preocupa cómo la exposición a las pantallas está afectando a nuestra salud visual y, por supuesto, a la de los niños, que cada vez pasan más horas expuestos a la luz azul que emiten estos dispositivos.
“La explicación de los riesgos es bien sencilla. Mantener los ojos fijos delante de una pantalla reduce el parpadeo y facilita la evaporación de la lágrima, por lo tanto, el ojo se hidrata peor y con menor regularidad de la que le correspondería. No solo eso, sino que el hecho de estar mirando tantas horas a una distancia tan corta provoca que la vista a larga distancia no trabaje, lo que puede generar desde irritación ocular hasta miopía o desprendimiento de retina”, explican desde el Institut Català de Retina (ICR).
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Por ello, insisten en que una buena rutina de salud ocular se hace imprescindible cuando las pantallas se han convertido ya en parte de nuestro día a día. Estos son algunos consejos que podemos poner en práctica:
Descansar la vista
Es vital que cada pocos minutos se haga un descanso. En esta línea existe la regla 20-20-20 que consiste en descansar cada 20 minutos durante unos 20 segundos y mirando a 20 metros de distancia. Hay otras reglas que defienden que se descanse entre 1 y 2 minutos cada hora, más o menos, y que se mire un punto lo más lejos posible. Lo más importante es marcar una rutina diaria donde se descanse la vista de manera regular.
La regla de los 40 centímetros
En el momento de mirar un dispositivo como un móvil o un libro electrónico, la distancia entre tus ojos y la pantalla debería ser superior a 40 centímetros. En el caso que tengas problemas para leer, en lugar de acercarte el dispositivo es mejor modificar el cuerpo de la letra por uno de superior.
La regla de los 70 centímetros
En el caso de estar mirando un portátil o un ordenador de sobremesa, la distancia de seguridad con tus ojos debería ser de 70 centímetros.
La pantalla a la altura de los ojos
En el momento de colocar la pantalla, la manera de hacerlo y que sea menos agresiva para la vista es situarla a la misma altura que los ojos, o bien un poco más abajo. La explicación es simple. Si tienes que levantar la vista para mirar la pantalla, también abrirás más los ojos y, por lo tanto, la zona expuesta también aumenta y potencia la evaporación de la lágrima.
Inclinación de la pantalla
Además de tener la pantalla a la altura de los ojos, o un poco más abajo, también hay que cambiar la inclinación. Lo más habitual es que esté en vertical, pero lo menos agresivo para la lágrima y la vista es que la pantalla esté inclinada hacia atrás unos 5 o 10 grados respecto a la vertical.
Características de la pantalla
Lo más importante es que la pantalla que estés mirando tenga una buena resolución, un buen contraste y, sobre todo, que sea antirreflectante ya que es importante evitar los reflejos de la luz.
Jamás a oscuras
Mirar una pantalla, sea la que sea, puede ser muy perjudicial si se hace a oscuras. La pupila se abre para adaptarse al ambiente con poca luz y, a la vez, recibe un impacto brillante de manera directa.
La habitación debe estar iluminada y en el caso que estés leyendo o escribiendo, lo más importante es que tengas un punto de luz detrás de ti que enfoque el dispositivo. Y has de tratar de evitar que se generen sombras.
Uno de los mejores sitios para trabajar ante una pantalla es delante de una ventana: mejora la iluminación y facilita los descansos de los ojos.
Temperatura adecuada
La temperatura también afecta la lágrima de los ojos, que puede evaporarse más rápido si el ambiente es muy cálido.
Con las lentes de contacto el peligro aumenta
Si a las explicaciones anteriores le añadimos llevar unas lentes de contacto, que no deja de ser un cuerpo extraño dentro del ojo, el peligro de irritación y lesión aumenta, así como la evaporación de la lágrima.
Consejos generales de salud ocular
- Mantener una dieta saludable y un peso adecuado también ayudan a la salud de tus ojos y pueden prevenir la pérdida de visión o la aparición de glaucoma y diabetes.
- Se ha demostrado que los tés verdes y los frutos rojos tienen un gran poder antioxidante, lo que puede ayudar a prevenir la degeneración macular y las cataratas.
- Descansa las horas necesarias para que las células epiteliales de la córnea se regeneren.
- No te frotes los ojos porque debilitas la córnea.