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El amor es ese gran sentimiento que mueve el mundo, y engloba tantas emociones diferentes, tan repletas de intensidad que, a pesar de ser algo maravilloso, puede que nos desborde y nos produzca rechazo en determinados momentos de la vida.
De hecho, existe un tipo de fobia que conocido como Filofobia, que significa literalmente “miedo al amor”. Es decir, tener miedo a crear lazos emocionales con otras personas y a comenzar relaciones afectivas. Las personas que padecen filofobia no viven el amor como un sentimiento de excitación positiva, sino como un cúmulo desbordante de sensaciones que les provoca estrés emocional en muy altos niveles.
La filofobia, o miedo a enamorarse, se considera un trastorno de la ansiedad que afecta seriamente al bienestar emocional de la persona la sufre. Reconocido desde hace años, suele ser más común en mujeres que en hombres, y hay casos conocidos en la historia, aunque el más famoso es el de la reina Isabel I de Inglaterra.
El miedo a enamorarse puede ser un trastorno que llegue a incapacitar a algunas personas, que se ven abocadas a la soledad por ser incapaces de relacionarse con los demás de una forma natural y relajada. Y aunque de una persona a otra varían las causas y el alcance de la filofobia, una vez identificada es un trastorno que puede tratarse.
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Así se manifiesta el miedo a enamorarse
Las personas que sufren filofobia se suelen mostrar retraídas y normalmente ocultan sus verdaderos sentimientos, ya que temen verse involucradas en una relación que implique establecer vínculos emocionales con otros individuos. Por eso es normal que eviten el contacto social, llegando incluso a aislarse, y que las relaciones que cultivan sean siempre superficiales y algo tensas.
En la mayoría de los casos, la filofobia es producto del fracaso de una relación anterior, que ha producido un bloqueo emocional en la persona para evitar volver a pasar por una experiencia igual de dolorosa. Podría decirse que ponen una barrera emocional para protegerse de un posible daño en el futuro.
Cuando se trata de casos graves, es común que se produzcan ataques de pánico y ansiedad si se está cerca de una persona que nos atrae. También se pueden sufrir mareos, e incluso el afectado puede sentir el deseo de salir corriendo.
La ansiedad puede llegar a manifestarse de manera severa, con náuseas, aceleración del ritmo cardíaco, inquietud, dolor en el pecho, respiración superficial, etc.
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Qué se puede hacer si se sufre ese miedo
Lo más importante es no preocuparse en exceso, porque simplemente es una forma de responder a un episodio doloroso del pasado que no queremos que vuelva a repetirse.
La gravedad de este trastorno se puede medir por cuánto afecta a la vida cotidiana de quien lo sufre. Hay personas que lo consiguen manejar por sí solas, pero si es necesario no hay que dudar en buscar la ayuda de un profesional, alguien que te ayude a expresar tus temores y a encontrar el camino para volver a confiar y a enamorarte, en el caso de que así lo quieras.
Por tu parte, es importante que te des tiempo para que tu mente se adapte a los cambios. El miedo a enamorarse no es permanente, sino una etapa transitoria que pasará antes de lo que imaginas. Procura no guardar para ti todas tus emociones negativas e intenta compartirlas con alguien de confianza que te ayude a desahogarte y a ver las cosas de otra manera.
Anímate a relacionarte de manera progresiva, y verás cómo el recuerdo negativo se desvanece poco a poco. Si te ayuda, prueba con técnicas de gestión emocional como el mindfulness, que pueden serte muy útiles para recuperar el control emocional de tu vida.
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