La capa de ozono continúa recuperándose. Los 197 países que forman parte del Protocolo de Montreal, un plan diseñado para proteger la capa de ozono reduciendo la producción y el consumo de numerosas sustancias que la agotan, se han reunido en Quito (Ecuador) para estudiar las medidas llevadas a cabo por cada Gobierno, así como las regulaciones acordadas. En una de las jornadas celebradas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha presentado el estudio Evaluación científica del agotamiento del ozono: 2018. Se trata del último de una serie de informes publicados cada cuatro años por el Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP), que controla la recuperación de la capa de ozono en la estratosfera, la capa de la atmósfera terrestre situada entre la troposfera y la mesosfera.
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"Son muy buenas noticias"
El estudio publicado confirma que la concentración de sustancias nocivas que agotan la capa de ozono, que protege la vida en la Tierra de la radiación ultravioleta, ha disminuido desde la última evaluación realizada en 2014. Desde 2000, cuando alcanzó su máximo histórico (25 millones de kilómetros cuadrados), la capa de ozono se está recuperando entre un 1% y un 3% cada década. Paul Newman, cocreador del informe, ha asegurado que "son muy buenas noticias".
No obstante, el científico ha insistido en que, aunque los resultados sean alentadores, los Gobiernos no tienen que bajar la guardia y deben continuar con el compromiso y las acciones ejecutadas a favor del medioambiente, ya que, de lo contrario, "podrían detenerse las mejoras obtenidas".
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Ambiciosas estimaciones
Gracias al trabajo de todos los países firmantes, y si siguen aplicando las medidas acordadas, la capa de ozono podría verse totalmente reconstituida en 2060. En concreto, según los datos mostrados, el ozono en las capas altas del hemisferio norte, así como de latitud media, se recuperarán completamente para la década de 2030, seguidos del hemisferio sur en la década de 2050 y las regiones polares en 2060. "El éxito en este esfuerzo depende del cumplimiento continuo del Protocolo de Montreal ya que cada acción, aunque sea pequeña, nos permite proteger a la humanidad y al planeta", señaló el copresidente del comité de expertos, el científico estadounidense David Fahey.
Eliminación de los compuestos nocivos
Tal y como apunta la ONU, el Protocolo de Montreal exige el control de casi 100 sustancias químicas divididas en varias categorías. Para cada grupo de sustancias químicas, el tratado establece un calendario para la eliminación gradual de la producción y el consumo de esas sustancias, con el objetivo de eventualmente eliminarlas por completo. Uno de los compuestos nocivos que están siendo reemplazados son los clorofluorocarbonos (CFC), presentes en frigoríficos, aparatos de aire acondicionado o en aerosoles, que están acabando con el ozono. A pesar de los esperanzadores datos, Fahey apuntó que los gases nocivos "viven mucho tiempo en la atmósfera desde que son expulsados de máquinas de aire acondicionado y de neveras", por lo que es necesario "esperar" para saber con exactitud si estas sustancias están o no abandonando completamente la atmósfera.
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