¿Es malo hacer ejercicio antes de dormir?
La teoría de que es mejor evitar el ejercicio antes de ir a dormir porque nos estimula e impide conciliar el sueño, es una idea errónea. Es más, todo lo contrario: nos ayuda a dormir mejor. Además, entrenar por la noche tiene otras muchas ventajas.
Seguro que siempre te han dicho que el mejor momento para hacer deporte es a primera hora de la mañana porque, de esta manera, comenzarás el día con mejor humor y más energía. Sin embargo, la agenda muchas veces hace que no nos quede más remedio que claudicar a nuestras obligaciones y, como mucho, dejar para la noche un par de carreritas rápidas a la manzana. Puede que no sea el mejor plan, pero tampoco es una mala opción. Al menos, tal y como señalan los entrenadores de Infinit Fitness, entrenar por la noche en lugar de por la mañana tiene también algunas ventajas extra.
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- Estaremos entrenando nuestra fuerza de voluntad. No podemos negar que entrenar a horas en las que la gente está cenando o relajándose en el sofá, requiere de una gran determinación. Como bien sabrás, ser disciplinado y constante en algo hace que consigamos nuestras metas y seamos capaces de hacer del ejercicio un hábito. Prueba a seguir estos consejos y te sorprenderás de lo que eres capaz de conseguir.
- Dormiremos mejor. Al ser la última actividad del día que hagamos, conseguiremos quemar estrés y nuestro descanso será mayor. Ya sabemos que existe la teoría que dice que no debemos hacer ejercicio tres horas antes de acostarnos, pero se trata de una idea errónea. Eso sí, tendremos que tener algunas precauciones; ya que si nuestra alimentación ha sido deficiente, nuestro cuerpo estará bastante fatigado y le costará más sacar el entrenamiento adelante. Como consecuencia, puede que lleguemos a la cama con un nivel de cansancio tal que tengamos problemas para conciliar el sueño. Como apunta Rodrigo Madrazo, fisioterapeuta formado en nutrigenómica y nutrición deportiva, “entrenar a última hora es una excelente posibilidad, pero teniendo claro que debemos alimentarnos bien y que el entrenamiento no debería ser muy exigente para que el cuerpo no llegue a casa pasado de pulsaciones”.
“Para asegurarnos que el entrenamiento lo podemos afrontar con garantías, podremos tomar algo una hora antes de ir al gimnasio, una pieza de fruta, un batido energético, una barrita o incluso un sándwich ligero de atún o pavo son buenas ideas. El cuerpo lo digerirá rápido, iremos a entrenar sin sensación de pesadez, pero con energía en el cuerpo y el nivel de fatiga no será tan alto, con lo que también estaremos garantizando nuestro descanso”.
- El gym para ti solita. Si prefieres el fitness, las pesas y el spinning a salir a correr, cada vez hay una mayor oferta de gimnasios con horarios muy amplios hasta media noche o, incluso, 24 horas como es el caso de la cadena Infinit Fitness. No tener que esperar 15 minutos para la bicicleta elíptica siempre es un plus.
- Menos riesgo de lesiones. La recuperación tras el entrenamiento es mayor por la noche, pero como apuntábamos antes, siempre y cuando no nos pasemos con el entrenamiento.
Por tanto, si un día te notas más cansada de lo normal será mejor salir a caminar que obligarnos a entrenar y castigar demasiado al cuerpo. Como ya te hemos dicho en otras ocasiones, el entrenamiento es igual de importante que los descansos. “No tiene sentido castigar en exceso a nuestro cuerpo, no vamos a participar en los próximos juegos olímpicos ni estamos pensando en ganar la carrera del domingo, así pues conviene tomárselo con calma, gestionar nuestras energías y sobre todo saber escuchar al cuerpo, darle descanso cuando lo pida y entrenarle duro cuando esté preparado”.