Ya desde el embarazo, ronda en nuestras cabezas la idea de recuperar la figura que teníamos antes de la llegada de un bebé a nuestras vidas. Pero lo cierto es que debemos obviar algunas recuperaciones milagrosas que vemos personajes públicos e influencers, y darle tiempo a nuestro cuerpo para que vuelva a su forma de manera saludable y natural. Una de las cosas que más nos ayuda a sentirnos bien es recuperar la actividad física anterior al embarazo y parto, o iniciarla si es que no practicabas ningún deporte.
El momento de empezar a hacer ejercicio va a depender, en primer lugar, de las recomendaciones de tu médico según sea la recuperación del parto; y, en segundo lugar, de que tú decidas que es el momento adecuado. Si crees que ha llegado el momento, es conveniente seguir algunas recomendaciones.
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Empieza a hacer ejercicio de manera gradual
Tras el parto, se recomienda esperar entre seis y ocho semanas antes de volver a realizar ejercicios intensos. Este tiempo se conoce como “cuarentena”, y nuestro cuerpo necesita ejercicio para recuperarse de los cambios físicos y hormonales, además del esfuerzo y el cansancio que acumula. Son solo unas semanas, y luego tienes mucho tiempo por delante para practicar tus deportes favoritos.
Si sientes que ya es el momento, adelante, pero no dejes de escuchar en ningún momento las señales de tu cuerpo para no forzarlo en ningún momento. Por eso lo mejor es empezar poco a poco. No es posible, ni aconsejable, que retomes de golpe tu nivel de actividad física tal y donde lo dejaste durante el embarazo. Tu cuerpo ha sufrido muchos cambios, la musculatura de tus piernas puede haberse debilitado y tanto tu pelvis como tu abdomen han sufrido una distensión que ahora hay que revertir.
Cuándo nos preguntamos por qué tipo de ejercicio podríamos empezar no existe una respuesta única, porque todo va a depender de cuál fuera tu forma física anterior al embarazo y tus hábitos deportivos. Por no hablar de la importancia de cómo se desarrolló el parto, si hubo cesárea y cómo ha sido la recuperación. En cualquier caso, hay disciplinas que se ajustan mejor que otras a cualquier situación y siempre resultan beneficiosas. Y mientras te decides, aprovecha para pasear media hora al día y para practicar los ejercicios de Kegel.
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Pilates
Es ideal para el postparto, porque te ayudará a reforzar la musculatura abdominal y pélvica, que es la que más ha sufrido en los meses anteriores. Además tonificarás el resto del cuerpo, mejorarás tu postura y aliviarás dolores de espalda. Al tratarse de clases poco numerosas (o incluso individuales) podrás adaptarte al ritmo de los ejercicios según tus necesidades.
Yoga
Practicar yoga de manera habitual te beneficiará tanto a nivel físico como mental. Por un lado, el cuerpo se estira y tonifica, a la vez que corregimos malas posturas, los músculos se fortalecen y nos sentimos más ágiles. Por otro lado, el trabajo de respiración y concentración que se realiza al practicar yoga nos ayudará a sentirnos más relajadas y con mejor ánimo para afrontar los cambios en nuestra vida tras la llegada del bebé.
Gimnasia hipopresiva
Este tipo de gimnasia se centra en la recuperación de los músculos abdominales, a través de ejercicios de apnea que involucran la caja torácica y el diafragma. Gracias a ellos podrás fortalecer el periné y el abdomen, reducir cintura y mejorar la postura corporal. Es importante aprenderlos de la mano de un profesional antes de practicarlos de manera individual en casa.
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