Estambul, antigua Bizancio y posterior Constantinopla, es la ciudad más poblada de Turquía. El corazón del país es, además, con 15 millones de habitantes, una de las ciudades con más densidad de población del mundo. La basílica de Santa Sofía, la Mezquita Azul, los paseos en barco por el Bósforo y el cuerno de oro, el Gran Bazar, el mercado de las especias o descubrir esplendor del Imperio Otomano a través del Palacio de Topkapi son algunos de sus grandes reclamos. Pero Estambul también es conocida por la gran cantidad de gatos callejeros que pasean alegremente por sus calles. Algo por lo que popularmente la metrópoli turca es también conocida como 'la ciudad de los gatos'.
Estos pequeños felinos se han vuelto tan populares que nadie se sorprende de ver colonias en cada uno de sus rincones. De hecho, hace unos años, el Estado turco determinó que se crearan albergues para ellos y se dispusieran distintas localizaciones en las que se les pudiera alimentar. Así, con los cuidados de los habitantes y de los millones de turistas que viajan allí anualmente, los gatos se han convertido, casi de forma literal, en los reyes de Estambul.
Se han hecho amos y señores de sus calles, restaurantes, mercados, puentes, puertos… tanto, que conviven en perfecta sintonía con los humanos y se han convertido en un elemento fundamental en la vida de los turcos. Precisamente por ello, cuando estos días uno de estos residentes de cuatro patas se colaba en el desfile de la firma Vakko, durante la Semana de la Moda de Estambul, los asistentes se tomaron con muchísima naturalidad el hecho de que el felino se subiera a la pasarela.
Caminando con la elegancia y porte que les caracteriza, el animal anduvo sobre el 'catwalk' como si de un modelo más se tratase. Una divertida anécdota que hizo que los asistentes no pudiesen evitar sacar sus teléfonos móviles e inmortalizar el momento. Además, la casualidad hizo que los colores de las prendas de la colección que se estaba presentando coincidiesen con los tonos del pelaje del felino, por lo que no esbozar aunque fuera una sonrisa mientas el espontáneo realizaba su particular desfile era algo complicado.
Un gatito un tanto travieso que no solo se conformó con irrumpir en el desfile, sino que, además, estuvo a punto de estropear con sus uñas varios de los conjuntos que lucieron algunas de las modelos al abalanzarse sobre sus piernas mientras jugaba. Desde que se produjera el desfile, el vídeo no ha dejado de compartirse una y otra vez en redes sociales, dando también a Vakko una publicidad internacional inesperada.
Este caso se une a otros recientes que también han tenido una gran repercusión en los medios. El último, el de la mascota de Jerzy Targalsky, un conocido y reputado historiador y politólogo al que muchas televisiones de Polonia recurren a la hora de analizar noticias relativas de la actualidad internacional. En una de sus últimas entrevistas, el gato de este no dudó subirse a hombros de su dueño mientras le ponía en una complicada tesitura que terminó cruzando fronteras.