La forma en que te alimentas puede salvar el planeta
Consumir más productos de origen animal y menos de origen animal podría ser la clave para hacer más sostenible el planeta.
Hace años, la mayoría de las personas que comenzaban una dieta vegetariana o vegana lo hacían motivadas por el respeto a los animales, además de otras razones, como las relacionadas con la salud. A día de hoy sabemos que quien sigue una dieta de este tipo ya no lo hace solo por respeto a los animales, sino hacia todo el planeta. Porque para obtener proteína de origen animal se emplean mucha más agua, más tierra y más contaminantes de todo tipo que para conseguir proteína de origen vegetal.
Partiendo de esta idea y tras realizarse una investigación en la Universidad de Oxford, la revista Science ha publicado las conclusiones obtenidas, que aseguran que la única manera de aliviar los grandes problemas de sostenibilidad a los que nos enfrentamos, sería que la gran mayoría de la población siguiera una dieta de base vegetal.
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Los productos de origen vegetal son menos contaminantes
Uno de los coautores del estudio, Joseph Poore, asegura que incluso la carne de menor impacto crea un 360% más de gases efecto invernadero que una plantación de soja para tofu. También usa un 230% más de tierra y acumula un 970% de residuos.
Analizando cuánta agua cuesta nuestro consumo diario de alimentos, se estima que la cifra está entre los 2.500 y los 4.000 litros de agua por persona al día. Pero si reducimos el consumo de carne, optamos por el pescado, y aumentamos el número de frutas y verduras en nuestros platos, el gasto de agua podría reducirse hasta un 35%.
En cualquier caso, las opciones más sostenibles y respetuosas con el planeta, siempre que se hagan con un buen asesoramiento, son la dieta vegetariana y la dieta vegana. Con ellas se reduce el gasto de agua por la alimentación hasta un 55%.
Según los autores del estudio, además de reducir el consumo de agua y la cantidad de emisiones contaminantes, una alimentación global en la que predominen los alimentos de origen vegetal beneficiaría sobre todo a la gran cantidad de tierra empleada para criar animales destinados a la alimentación.
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Cómo comer protegiendo el planeta
La forma de seguir una dieta que, además de saludable, sea sostenible para el planeta se basa en reducir el consumo de carne, buscar productos frescos de temporada y locales. La importancia de que la carne sea fresca está en que así se evitan los deshechos de los animales envasados. De esta manera protegemos más el medio ambiente que comprando un coche eléctrico (aunque también ayude). De hecho, cada vez son más las personas que están cambiando sus dietas en esta dirección. Así que si quieres cuidar del planeta y de tu salud, puedes realizar algunos cambios en tu alimentación:
- Consume más alimentos de origen vegetal. Recuerda que requieren menos cantidad de tierra y agua, y que producen menos emisiones de CO2.
- Reduce el consumo de carne, ya que su nivel de contaminación es muy elevado. Demasiado para la salud del planeta.
- Busca alimentos locales y variados, que enriquezcan tu dieta y sean respetuosos en su producción.
- Compra lo que vayas a comer, evitando así el desperdicio de alimentos y frenando el impacto de producir comida en exceso.
- Evita los alimentos ultraprocesados, que emplean más recursos para su producción y requieren de envases y embalajes para su distribución, con el consiguiente impacto en el medio ambiente que esto implica.
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