Así se produce la diástasis abdominal
Si sientes que los rectos de tu abdomen están más separados de lo normal, especialmente después de un embarazo, puede que padezcas diástasis abdominal.
La diástasis abdominal o diástasis de rectos se produce en nuestro abdomen cuando los dos lados del recto, conocidos como la famosa tableta de chocolate, se separan en el centro a causa de la debilitación de la línea alba. Esta línea alba es capaz de estirarse, por ejemplo, a causa de los embarazos, pero no tanto como pueden hacerlo otros músculos. En ocasiones, las dos partes del recto no vuelven a unirse, y queda esta separación entre ambos, llamada diástasis.
Necesitamos que ambos rectos estén unidos para mantener nuestro cuerpo erguido, permitiendo la inclinación y flexión del tronco, además de asegurarnos una correcta respiración.
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Qué causa la diástasis abdominal
Las causas de la diástasis abdominal son de distinto tipo: lo menos habitual es que se deba a factores congénitos, aunque se dan casos por este motivo; el envejecimiento es otra causa, ya que con el paso de los años las estructuras del abdomen se debilitan; esto también ocurre si se produce un aumento considerable de peso o si nos realizan una cirugía abdominal; pero es el embarazo el mayor causante de la diástasis abdominal.
Durante el embarazo, el cuerpo sufre numerosos cambios para ofrecer al bebé el espacio que va a necesitar para crecer: el útero comienza a expandirse y los músculos abdominales se separan. El tercer trimestre es un momento especialmente delicado, en el que sufre diástasis abdominal casi el 70% de las mujeres embarazadas. Una de las razones es que en este periodo se inhibe la formación de colágeno, lo que debilita el tejido conectivo, debido al aumento de una hormona llamada relaxina.
La diástasis puede producirse independientemente de cómo sea el embarazo, pero las posibilidades aumentan si nos encontramos ante una gestación múltiple, si el tono muscular de la madre es bajo (especialmente en el abdomen), si hemos ganado mucho peso durante el embarazo o si esperamos un bebé de gran tamaño y peso.
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Cómo podemos solucionar la diástasis abdominal
Normalmente la diástasis es lo suficientemente visible, y se identifica al tacto: si te tumbas boca arriba puedes notar con los dedos el hueco que queda entre los dos lados del recto abdominal. Si crees que sufres diástasis abdominal, lo primero que debes hacer es acudir a un médico para que realice el diagnóstico correcto y pueda darte indicaciones a seguir y recomendarte un tratamiento según en qué estado se encuentre.
Si únicamente se ha producido una excesiva distensión de la línea alba, los ejercicios físicos correctos pueden ayudar a que se cierre. Los abdominales hipopresivos son los más recomendados en este caso, ya que al realizarlos no se genera presión a nivel del abdomen. También se recomienda la respiración abdominal y el método Tupler, que trabaja el transverso del abdomen en profundidad. Además, los abdominales isométricos (plancha y variaciones) ayudan a la recuperación tras la diástasis.
En el caso de que las fibras de la línea alba se hayan roto, lo más seguro es que sea necesario recurrir a la cirugía, ya que se ha producido un daño en la pared del abdomen que seguramente te cause dolores, problemas de incontinencia y tengas el riesgo de padecer una hernia abdominal.
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