Toser, por lo general, no es muy grave, pero sí muy molesto tanto de día como de noche. La tos es una reacción de las terminaciones nerviosas de las vías respiratorias cuando se irritan por culpa de un virus, bacterias, polvo… En muchas ocasiones, podemos recurrir a los remedios naturales para calmar y aliviar una tos que no necesita un tratamiento médico, pero que nos resulta demasiado incómoda.
Una cucharada de miel de abejas
Tomar una cucharada de miel es uno de los remedios más clásicos y efectivos, como se ha demostrado en distintas investigaciones, hasta el punto de ser un antitusivo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Tomar miel 30 minutos antes de dormir ayudar a toser con menos frecuencia, a que la tos sea menos molesta y, por lo tanto, a dormir más.
La miel de abeja tiene un efecto antimicrobiano y antioxidante que la convierte en un antitusivo seguro, que puede mezclarse con un limón exprimido para mejorar los resultados.
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Té de jengibre
El jengibre es un expectorante natural, perfecto para calmar la irritabilidad de garganta provocada por la tos seca. Tiene un gran poder antibacterial y antiviral, que ayuda a que nuestro cuerpo disminuya la sensación de malestar asociada a lo catarros y resfriados. Además favorece la expulsión de la mucosidad aumulada gracias a su poder expectorante.
Prepara un infusión poniendo a hervir, durante 10 minutos, una raíz de jengibre en un litro de agua. Deja reposar otros 10 minutos y cuela el agua. Si añades a esta infusión una cucharada de miel o un chorrito de limón aumentarás su efectividad.
Darte un baño de agua caliente
A menos que sufras de asma, en cuyo caso podría aumentar tu tos, el vapor que se genera en el baño con el agua caliente puede suavizar las vías respiratorias, disminuir la congestión nasal y aflojar las flemas de la garganta y los pulmones. Así que cierra la puerta del cuarto de baño y sumérgete en la bañera para relajarte y, de paso, aliviar la tos.
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Infusión de tomillo
El tomillo, preparado en infusión, es un buen tratamiento para la tos, la bronquitis y las infecciones respiratorias. Sus hojas relajan los músculos de la tráquea y reducen la inflamación. Mezcla dos cucharadas de tomillo en agua hirviendo y deja infusionar durante 10 minutos. Cuela la infusión y mejórala con limón y miel que, además, suavizarán el fuerte sabor del tomillo.
Té de pimienta negra
Un infusión de pimienta negra y miel puede ayudarte con una tos productiva, ya que la pimienta es muy buena para estimular el flujo de flemas. Además, la pimienta posee propiedades antiinflamatorias y antibacterianas que alivian la irritación de garganta y calman la tos.
Infusiona durante 10 minutos media cucharadita de pimienta negra en una taza de agua hirviendo y añade al final una cucharada de miel. Puedes tomar esta infusión dos veces al día hasta que disminuya la tos.
Raíz de regaliz u orozuz
La raíz de regaliz es un remedio muy antiguo para la tos. Puedes chupar directamente la raíz o dejarla hervir durante 20 minutos. El regaliz suaviza la garganta irritada y, si te gusta, puede ser una buena excusa para disfrutar de esta golosina natural.
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