Según la Fundación Española del Corazón, una dieta mediterránea que incluya el aceite de oliva de forma diaria tiene grandes propiedades para la salud. En concreto, nos ayuda a proteger la salud cardiovascular gracias a su alto contenido en ácido oleico, que aporta beneficios a los vasos sanguíneos. Además de grasas monoinsaturadas, vitamina E y polifenoles (antioxidantes), que mejora la hipertensión, baja el colesterol LDL (o colesterol malo) y sube los niveles del colesterol bueno.
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Sin embargo, cuando hablamos de incluir el aceite de oliva en nuestra dieta nos referimos principalmente a dos tipos, que son los recomendados por los expertos en nutrición: el aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen extra. Pero, ¿son iguales nutricionalmente? La respuesta es sí.
En las últimas semanas ha habido cierto revuelo debido a un reciente informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el que detecta la irregularidad de 20 marcas que etiquetan sus productos como aceite de oliva virgen extra cuando, en realidad, solo tienen la categoría de virgen -lo que se traduce en un precio menor-. Este supuesto fraude en el etiquetado ha hecho que muchos consumidores se pregunten si, además de en el precio, haya supuesto una pérdida nutricional para aquellas personas que han estado consumiendo los aceites de una categoría inferior.
En este aspecto, debemos estar tranquilos, tal y como aseguran los expertos de OCU, "todos los aceites analizados cumplen los requisitos de la normativa para ser comercializados, aunque en categorías diferentes. Pero no se trata de un problema que afecte a la salud pública".
Es más, desde la Interprofesional de Aceites de Oliva de España aclaran que "ambos son zumos de aceituna que no han sufrido ningún tipo de transformación más allá de la obtención directa del fruto por procedimientos mecánicos. Así mismo, tienen que cumplir una serie de estrictos requisitos en su composición que garanticen la más alta calidad. Por tanto, a nivel nutricional no hay ninguna diferencia. Algunos pueden tener más ácido oléico que otros (por la variedad de aceituna o las condiciones climáticas en las que se ha producido la aceituna, la altitud del cultivo, etcétera) o una proporción variable de componentes minoritarios (polifenoles, escualenos, vitamina E...). Pero, tanto el oliva virgen como el virgen extra, son fuente ácidos grasos monoinsaturados, principalmente el ácido oleico; antioxidantes naturales como los polifenoles y la vitamina E; y tienen el mismo efecto saludable en la prevención de ciertas enfermedades. En cuanto al valor calórico, todos los aceites (sean de oliva o de otros vegetales) aportan el mismo: nueve calorías por gramo".
¿Qué diferencia hay entre un aceite de oliva virgen y otro de oliva virgen extra?
Por tanto, las únicas diferencias entre uno y otro tipo de aceite tienen que ver, sobre todo, con su evaluación organoléptica; es decir, su aroma y su sabor. Para ello, un conjunto de 8 y 12 catadores expertos constituyen lo que se denomina un panel de cata, en el que se determina la categoría comercial de cada aceite de oliva. Así, algunas diferencias fundamentales que tienen en cuenta son:
- Las normas europeas establecen que el aceite de oliva virgen extra no puede contener más de 0,8% de ácidos grasos libres -lo que normalmente se denomina acidez-; mientras que en el caso del aceite de oliva virgen este parámetro puede llegar hasta un 2%.
- De igual modo, un aceite de oliva virgen extra ha de estar libre de defectos en aroma y sabor. Esto significa que solo puede oler y saber a aceituna sana y fresca. Y su nivel de frutado -la sensación olfativa- ha de ser claramente perceptible.
- Claro que un aceite de oliva virgen también tiene que tener aromas y sabores a aceituna; pero, desde el punto de vista organoléptico, puede tener una aroma y sabor no tan perfecto. Es decir, puede presentar algún ligero defecto a penas perceptible, que normalmente solo catadores expertos y entrenados son capaces de identificar.
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Por último, "el consumidor tiene a su disposición una categoría comercial más, denominada aceite de oliva, que contiene exclusivamente aceite de oliva refinado y aceite de oliva virgen o virgen extra. En este caso, estamos hablando de una composición mayoritaria de aceites de oliva refinados. Por tanto, aunque la proporción de polifenoles, vitamina E y de otras sustancias bioactivas es mucho más baja que en los aceites de oliva vírgenes, debemos destacar que siguen siendo ácidos grasos monoinsaturados, fundamentales en una dieta sana y que lo hace ideal para usos en calientes, como guisos y frituras", explican desde Aceites de Oliva de España.
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