La noticia de un embarazo es un motivo de alegría y expectación. Y, en algunos casos, de incertidumbre e, incluso, miedo. Sobre todo, cuando el médico señala que se trata de un embarazo de riesgo. En estos casos, es probable que aconseje reducir la agenda, establecer prioridades a la hora de atender los compromisos e, incluso, si lo considera necesario, guardar reposo. Hablamos con la doctora Carmen Navas Acién, ginecóloga del Hospital Vithas La Salud, en Granada, para que nos explique cuándo se considera que un embarazo es de riesgo en la población general y que medidas se recomiendan adoptar para preservar la salud de la madre y del futuro bebé y que la gestación llegue a buen término.
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¿A partir de qué edad se puede considerar un embarazo de riesgo?
El riesgo en un embarazo no depende sólo de la edad, sino también de la salud de la madre. Pero sabemos que, a partir de los 35 años, existe mayor riesgo de complicaciones como el aborto, la tensión alta, la diabetes en el embarazo, lo bebés nacidos con bajo peso o de forma prematura.
¿Cuáles son los controles que debe realizarse una embarazada mayor de 35 años?
Los controles son similares a los de una embarazada más joven, pero adelantamos la prueba de la glucosa que nos detecta la diabetes, controlamos con mayor cuidado y frecuencia la tensión arterial y el aumento de peso. En ocasiones tenemos que realizar pruebas más específicas y extensas para descartar anomalías físicas o cromosómicas en el bebé como el nuevo test de ADN fetal en sangre, o la amniocentesis o biopsia corial, siendo estas dos últimas pruebas invasivas que conllevan cierto riesgo de pérdida de embarazo.
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¿En qué momento del embarazo hay un mayor riesgo?
Existen dos momentos de mayor riesgo, el primer trimestre hasta la semana 12, donde existe mayor riesgo de aborto y es el período en que se forman los órganos, fundamentalmente, en los dos primeros meses; y el tercer trimestre, donde el estrés prolongado y otras alteraciones de la salud de la madre pueden adelantar el parto, o influir en el adecuado crecimiento y bienestar del bebé.
Por ejemplo, ¿cómo puede afectar a una embarazada de tres o cuatro meses una agenda muy apretada?
En este período del embarazo se asientan las bases de cada órgano del bebé y, por tanto, las bases de su salud en la infancia y su vida adulta. Cada vez tenemos más claro que, en gran parte, enfermedades como la diabetes, obesidad, problemas cardíacos, e incluso a veces la depresión en el adulto, provienen de una fase muy precoz del individuo como es la primera infancia y también el período de vida dentro del útero materno. Por tanto, es muy importante dedicar tiempo a una adecuada alimentación, actividad física y descanso.
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Entonces, ¿es aconsejable reducir 'la agenda' y descansar más?
En estos dos momentos cruciales se aconseja vida normal, pero lo más saludable posible, con buenos períodos de descanso y sueño, tiempo para realizar ejercicio y buena alimentación, tratando de reducir al máximo el estrés.
¿Y sobre los viajes en avión? ¿Cuándo se aconseja no realizarlos?
A partir del tercer trimestre, fundamentalmente, en el último mes y medio-dos meses. Esto siempre dependerá del vuelo, distancia y duración. En ese momento existe mayor riesgo de parto prematuro por rotura de bolsa o inicio de contracciones.
¿Cuáles son las señales de alarma de que algo no va bien y que hay que frenar el ritmo?
En caso de sangrado, tensión alta, aparición de contracciones antes de tiempo, detección en la ecografía de un retraso en el crecimiento del bebé, o escasez de líquido, o incluso la detección en la madre de un gran nivel de estrés, aunque aparentemente el control del bebé sea adecuado.
En estos casos, ¿se recomienda reposo?
Siempre se recomienda en estos casos realizar reposo relativo. Lo cual no obliga a la madre estar tumbada en la cama constantemente, pero sí a disminuir esfuerzos físicos intensos y situaciones que aumente el estrés. Recomendamos que traten de buscar tiempo para realizar hábitos de vida saludable en la alimentación, ejercicio suave y descanso adecuado.
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