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Está claro que hacer deporte y seguir un estilo de vida saludable, por suerte, está de moda. Realizar ejercicio físico de manera constante solo nos trae beneficios, tanto físicos como mentales, que mejoran nuestra calidad de vida. Por eso, sea cual sea tu edad y tu condición física, hay un tipo de deporte esperándote para hacer tu vida mejor, desde salir a caminar hasta hacer escalada.
El problema empieza cuando el deporte, más que ocupar un lugar importante en tu vida, se convierte en el centro de ella y condiciona todo lo que haces. Hacer deporte es bueno y necesario; vivir por y para él, mejor dejárselo a los deportistas de élite, que ellos sí saben, a pesar de entrenar mucho, lo importante que es descansar y encontrar los momentos para todo.
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Organizas tu vida en función de tu entrenamiento
Si a la hora de planificar cualquier tipo de actividad lo haces contando con el tiempo que te queda libre, antes o después de tu entrenamiento, puede que le estés dando demasiada importancia al hecho de entrenar.
Si te resulta difícil hacer planes por no saltarte tu rutina de ejercicios, y eso se extiende incluso a los fines de semana y las vacaciones, posiblemente eres una adicta al deporte. De hecho, si al planear tus vacaciones también organizas cómo y cuándo vas a entrenar, sin duda tienes adicción que te impide disfrutar de los verdaderos tiempo de descanso.
En tu círculo de amigos predominan los “fit”
Si tienes una obsesión lo normal es que necesites compartirla. En el caso del deporte, la mejor forma de hablar de aquello que más te interesa es rodearte de gente afín, que muestren el mismo interés (o parecido) por las rutinas de ejercicios y por las dietas bajas en grasas y ricas en proteínas. Si echas un vistazo a tus contactos del móvil y tienes a la mitad de la plantilla del gimnasio porque se han convertido en tu nueva pandilla, intenta recordar con quién quedabas antes de hacer del deporte tu vida.
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Te sientes mal los días que no puedes entrenar
Tenías planificado ir a entrenar pero finalmente no ha podido ser, por cualquier razón. Encontrarte de repente con que no puedes hacer tu rutina de ejercicios, tal y como tenías planeado, te afecta al carácter y sientes que has arruinado el día. Si ese es tu caso, sin duda eres una adicta al deporte. Es cierto que hacer ejercicio nos hace sentir bien y nos pone de buen humor, nos libera del estrés diario y nos facilita un buen descanso. Pero no podemos llegar al extremo de ver cómo afecta de manera negativa el hecho de no entrenar un día.
Te preocupa no tener un buen aspecto físico
Las personas adictas al ejercicio tienen miedo a ganar peso y a perder el buen aspecto que ofrece un físico curtido a base de rutinas. Es cierto que, en general, a nadie le apetece sentir que acumula kilos de más, pero procura que tu entrenamiento esté enfocado también a que tu cuerpo esté, ante todo, saludable. Si es así, las mejoría a nivel estético siempre llega y, por mucho que dejes de entrenar unos días (incluso unas semanas si te vas de vacaciones), la buena forma física no se pierde así como así.
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