Este gato se transforma en un muñeco de trapo

Este gato tiene multitud de peculiaridades que le convierten en una mascota tremendamente hogareña y amante de su familia, además de poseer la peculiaridad de quedarse inmóvil y relajado, como una muñeca de trapo.

Por Cristina Soria

Probablemente si tienes frente a ti un gato de la raza Ragdoll te cueste diferenciarlo de otros, porque se trata de un cruce muy reciente entre gatos siameses, persas y birmanos. Hay muchas leyendas diferentes sobre cómo fue su inicio, pero todas coinciden en fechar esta raza en 1960, en California, donde una gata fue cruzada buscando una variedad de gatos especialmente grandes.

En inglés, la expresión “rag doll” significa literalmente “muñeca de trapo”, y esto tiene que ver con una curiosa virtud que tiene esta raza: cuando es cogido en brazos y se relaja es capaz de entrar en un estado de relajación atípico en un gato, pues baja todas sus defensas y queda casi inerte, con las extremidades destensadas, como si fuera un muñeco de trapo.

Una personalidad increíblemente casera

Esta raza de gato se caracteriza por ser eminentemente casero, rompiendo muchas costumbres típicamente atribuidas a los gatos, y asemejándose en algunas a un perro, empezando por la relajación de los músculos cuando están durmiendo en nuestros brazos. Los demás gatos generalmente mantienen sus cautelas, por lo que pudiera pasar, y aun cuando están relajados podrían reaccionar con gran velocidad si deben caer de pie, ante un vuelco por sorpresa de los brazos que les toman. Los Ragdoll no, se entregan a dormir confiados.

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Además, esta raza de gato no presenta ningún instinto cazador. Sus juegos son muy distintos a los de otros gatos, les gusta jugar pero no presentan el instituto de caza ni, por lo general, realizan zarpazos felinos. Son gatos domésticos que disfrutan de su casa como lo haría cualquier otro miembro de la familia, confiado de que está a salvo y sin un motivo concreto para sacar las uñas.

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Son gatos que demuestran un atípico amor por sus dueños, son muy dependientes, no les gusta pasar tiempo solos y prefieren estar presentes en las actividades familiares. De hecho, a diferencia de otros gatos, pasar el día en soledad puedes producirle estrés. Les gusta el contacto físico, ser abrazados, acariciados, escuchar el rumor de la familia en las habitaciones y participar observando que hay alrededor.

También, a diferencia de otros gatos, su voz es muy diferente. No es nada común que maulle, y cuando lo hace demuestra tener un timbre extraordinariamente débil. Tanto es así que parece que está enfermo o muy triste cuando se le escucha maullar.

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Parece un lince, pero es todo lo contrario

Su aspecto físico está heredado de las razas siamesas y persa, con ese perfil de lince que les caracteriza. Tiene un pelaje largo y, generalmente, es de dos colores: extremidades blancas y tronco marrón, muy similar al siamés. También pueden presentar un color mitted, con la barbilla y los “guantecitos” blancos, y el tronco y extremidades de otro color.

Como otras mascotas de pelo largo, requiere ser cepillado con asiduidad, porque en el caso contrario el pelo se le enmaraña y desarrolla nudos que pueden ser una fuente de ácaros y polvo, y generarle dolor al desplazarse, ya que los nudos tensan la piel.

Los Ragdoll necesitan alrededor de tres años para conseguir alcanzar el tamaño final, lo cual es bastante más de lo que suelen tardar los gatos comunes. Esto es así porque puede llegar a ser un gato muy grande, no pesan menos de los 5 kilos y medio y pueden llegar a los 9, en caso de los machos, y las hembras de 4,5 a 6,9 kilos.

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