Grupo de consumo: una nueva manera (más sostenible y ecológica) de hacer la compra

Las personas que los conforman buscan tener una alimentación ecológica, natural y sana, reducir el impacto medioambiental y conseguir precios más competitivos

por Gtresonline

Al igual que cada vez son más las personas que están cambiando su forma de alimentarse, son muchos los que también están transformando su forma de consumo. Además de preocuparse por la calidad y estado de los alimentos que forman parte de su dieta, un importante número de personas está mostrando un fuerte compromiso con el medioambiente. Algo que queda reflejado tanto en el auge del consumo de productos ecológicos, que evitan la contaminación del entorno, como en las nuevas -y a la par antiquísimas- formas de compra-venta que continúan ganando adeptos, como el tradicional sistema a granel que empleaban nuestros padres y abuelos.

La fiebre por lo eco continúa pisando fuerte y un concepto comienza a ganar protagonismo en este mapa que une alimentación, consumo y sostenibilidad. Se trata de los grupos de consumo.

VER GALERÍA

Leer: Iniciativas sostenibles para cuidar del planeta

¿Qué es un grupo de consumo?

Los grupos de consumo están formados por personas que prefieren tratar directamente con el productor en lugar de ir a un supermercado 'masivo'. Es decir, comprar los alimentos sin ningún tipo de intermediario de forma semanal, mensual, trimestral o anual, dependiendo del producto del que se trate, así como de la organización del equipo. A pesar de que cada grupo de consumo cuenta con sus propias peculiaridades, existen unas pautas básicas que todos han de cumplir. Mientras algunos tienen un acuerdo informal en cuanto a la organización, otros cuentan con una estructura legal, como es el caso de las cooperativas.

En general, estos 'equipos' suelen estar integrados por un número reducido de personas, que oscila entre las 10 y las 50, que realizan de forma conjunta las compras familiares y obtienen así diversas ventajas. Pueden ser vecinos, amigos, compañeros de trabajo, conocidos del gimnasio o simplemente personas con cierta sensibilidad medioambiental, que sean afines en valores, busquen cuidar su alimentación y conseguir mejores precios para obtener productos ecológicos, que suelen tener un valor bastante más elevado en tiendas y supermercados habituales. Los grupos de consumo no adquieren únicamente frutas y verduras, sino todo tipo de alimentos, productos de limpieza y hasta ropa.

Leer: Unpacked Shop, Madrid estrena un supermercado libre de plásticos

Ventajas de pertenecer a un grupo de consumo

Uno de los grandes beneficios de pertenecer a un grupo de consumo es el ahorro al final de mes. Según informa el portal Eco Agricultor, los productos se compran en importantes cantidades para abastecer a todo el grupo y directamente a su productor, evitando intermediarios. El precio pagado a los productores por estos alimentos, que son totalmente ecológicos, frescos, de temporada y locales, es mucho menor que el pagado en las tiendas.

Otra de las grandes ventajas es el aspecto medioambiental. Si algo tienen en común los integrantes de un grupo de consumo es precisamente su compromiso con la sostenibilidad. Con este sistema, se elimina la contaminación producida al transportar los productos desde otros países o incluso continentes, así como los envases, que tenemos minutos en nuestras manos y tardan cientos de años en degradarse. No obstante, no solo el consumidor se ve beneficiado de este sistema, sino también el productor, muy dañado por la economía global. De esta forma, pueden predecir sus ingresos, simplificar los procesos y, aunque a través de los grupos de consumo se pague menos que en las tiendas, el productor recibe íntegramente el importe por los productos que vende.