Una boda, un evento especial, una cita muy deseada o una comida importante son algunas de las circunstancias para las que queremos causar buena impresión. Sin embargo, en ocasiones surge un imprevisto y nuestro look se puede ver estropeado. Quizás no tengas a mano la solución más rápida y fácil, pero siempre habrá algo que puedas hacer para disimular el problema. A continuación, te presentamos los trucos que podrán solventar esos pequeños defectos inesperados con el objetivo de que estos no te arruinen el día.
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Una media rota
Si bien no todas las medias pueden repararse de la misma manera, por motivos de su composición, para todas ellas existe una solución sencilla. Si se trata de una confeccionada con materiales sintéticos basta con utilizar unas gotas de pegamento de tejido allí donde hay una carrera. Sin embargo, si son de hilo será necesario un poco de esmalte de uñas transparente en el pequeño agujero, para que así no continúe rompiéndose.
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Una uña partida
Las amantes de la manicura perfecta pueden ver su look truncado si una uña se les levanta o se les parte. Para arreglarlo, necesitamos vaciar una bolsita de té y utilizar el papel como plantilla sobre la que calcar la uña que se ha roto. Después aplicaremos un esmalte transparente sobre la uña partida y pegaremos encima la plantilla ya recortada del papel de la bolsita de té. Por último, añadiremos otra capa de pintauñas transparente y ya podremos emplear el esmalte de color que deseemos.
Una cremallera rota o atascada
Tal vez decidas ponerte una falda o un vestido para ese día especial y es posible que su cremallera se quede encajada o termine rota. Esto suele ocurrir porque los dientes se quedan abiertos y la cremallera se atasca y se abre por ambos lados. Para arreglarlo, el truco más fácil es coger unos alicates pequeños y presionar la zona de los dientes, para así cerrarlos y que la cremallera pueda circular sin problemas.
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Una máscara de pestañas seca
Para muchas mujeres la máscara de pestañas es el producto imprescindible del neceser. Las virtudes de este artículo, que es capaz de transformar la mirada, hacen que existan tantas variedades como tipos de pestañas y efectos a conseguir. No obstante, no debemos olvidar que sea el modelo que sea, como toda pintura, puede acabar secándose. Hay dos remedios caseros para solucionar este problema: agregar un par de gotas de colirio o de gotas de aceite de oliva. Con la primera solución, la máscara perderá densidad, aunque mantendrá su fijación. Con la segunda, se ganará en hidratación de la pestaña, pero se perderá en adherencia.
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Un colorete estropeado
El colorete o los polvos de sol son algunos de los aliados de maquillaje que más tiempo pueden pasar en nuestro bolso y, en ocasiones, pueden partirse en pedacitos. A su vez, esto puede ensuciar la bolsa en el que se encuentran y dificultar mucho su uso. En el caso de que así suceda, para arreglarlo tan solo necesitas hacer polvo los pedazos de colorete y prensarlo en su cajita. Después tendrás que echar un poco de alcohol hasta mojar todo el producto y, seguidamente, apretar con un paño para retirar el exceso. Ahora solo quedaría dejarlo secar.