Las pajitas de metal, una tendencia cada vez más visible a favor del medio ambiente
Reutilizables y, a la larga más económicas, resultan la alternativa sostenible que triunfa en Instagram entre el público ‘millennial’
España es el país de Europa donde se consumen más pajitas de plástico: 13 millones al día, lo que suma un total de 5.000 millones al año. Estas escalofriantes cifras proporcionadas por Greenpeace no hacen otra cosa que poner de relieve uno de los principales problemas que en la actualidad afectan a los océanos y las especies que viven en ellos, poniendo en grave peligro la biodiversidad marina. De este modo, se calcula que en 2050 habrá más residuos plásticos que peces en el mar, un dato alarmante que unido a las perturbadoras imágenes que a diario circulan por la web, ha provocado que de manera progresiva se empiecen a tomar más medidas para luchar contra el uso masivo de envases de plástico, tanto por parte pública como de particulares.
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Pajitas reutilizables
Una reciente propuesta de la Unión Europea pretende reducir la producción de pajitas y otros productos de un solo uso y cada vez son más las empresas y establecimientos de hostelería que han tomado conciencia sustituyendo las clásicas cañitas para beber por otras alternativas reutilizables mucho más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Papel, silicona o, incluso, bambú son algunos de los materiales empleados. Sin embargo, son las fabricadas en acero inoxidable las que están gozando de una mayor aceptación entre el público general.
Más duraderas, higiénicas y económicas
Muy llamativas, de aspecto metalizado y diseñadas a imagen y semejanza de sus análogas de plástico (algunas incluso tienen su clásica curvatura en uno de sus extremos), presentan infinidad de ventajas frente a estas. Se pueden utilizar de forma ilimitada, no contaminan y, lejos de lo que pudiera parecer a priori, son perfectamente higiénicas. Se lavan después de cada uso para eliminar cualquier resto que haya podido quedar en su interior con la ayuda de un fino cepillo circular -similar al de limpiar botellas- que se suele vender junto a ellas.
Aspectos que, además, contribuyen a que a la larga sean mucho más económicas que las producidas con derivados del petróleo, dado que son muy duraderas en el tiempo. Su precio puede variar según donde se adquieran, aunque en Amazon existen numerosas ofertas que no sobrepasan los 4 euros el pack compuesto por cuatro pajitas, un cepillo limpiador y una bolsita de tela para poder llevarlas a todas partes. Esta es otra de sus particularidades, puesto que así puedes guardarlas cómodamente en el bolso y utilizarlas siempre que las necesites. No obstante, cada vez son más frecuentes los establecimientos que también cuentan con ellas en su menaje.
Fenómeno en Instagram
Las hay de infinidad de tamaños, grosores, formas y colores. Lo cierto es que resultan muy atractivas a la vista por lo que no es de extrañar que se hayan viralizado rápidamente en las redes sociales. Bajo la etiqueta #metalstraw se pueden encontrar miles de publicaciones en Instagram en las que las pajitas metalizadas son las grandes protagonistas. En batidos, cócteles o apiladas en originales recipientes son una tendencia al alza y cuentan con toda una legión de seguidores entre el público 'millennial', mucho más concienciado con el medioambiente que generaciones anteriores.