La foca monje del Mediterráneo (Monachus monachus) es un mamífero que se encuentra en peligro crítico de extinción. Este animal destaca por unas características físicas muy marcadas. Tiene el cuerpo robusto, la cabeza redondeada y las extremidades cortas, provistas de unas uñas de reducido tamaño. A diferencia de otros fócidos, cuenta con un pelaje oscuro de color gris o marrón en las partes superiores y blanquecino en la zona del vientre. En cuanto a su tamaño, los machos adultos pueden alcanzar entre 2 y 2,8 metros de longitud y pesar entre 240 y 300 kg, mientras que las hembras son ligeramente más pequeñas.
Leer: Si te encuentras un araña en casa, no la mates
Aunque antiguamente se podían ver ejemplares de este animal por toda la zona del Mar Mediterráneo, cada vez es más difícil encontrarse una foca monje surcando las aguas. Se extinguió hace décadas del archipiélago canario debido a la persecución humana y, en 1951, ocurrió la última gran matanza de estos animales en Alicante. Actualmente subsisten diversos ejemplares en Turquía, Grecia y Madeira, aunque es en la península del Cabo Blanco (Mauritania) donde habita la última gran colonia de focas monje, descubierta en 1945 por el naturalista español Morales Agacino y formada por unos 200 ejemplares. No obstante, puede que este bello mamífero marino vuelva a nadar próximamente en aguas españolas. Concretamente, en el Parque Natural de Jandía, en el extremo sur de la isla de Fuerteventura.
Leer: Vacaciones mágicas en pareja en las playas de Fuerteventura
Plan de reintroducción
El Ministerio para la Transición Ecológica está ultimando los trámites para reintroducir esta especie con ejemplares procedentes de las costas mauritanas de Cabo Blanco en la isla canaria de Fuerteventura. Un espacio, el Parque Natural de Jandía, que los expertos consideran que es el idóneo para esta nueva población por diversos motivos. Por un lado, vivirán en un entorno tranquilo con escasa densidad humana y un turismo moderado y respetuoso con el medio ambiente. Por el otro, en cuanto a la pesca, está prohibido el arrastre y el uso de redes de enmalle, principales enemigos de estos animales que, además, tendrán su alimentación asegurada.
El plan del Gobierno canario ha tomado como ejemplo el proyecto de reintroducción de Hawái, que anteriormente llevó a cabo con éxito una iniciativa de translocación de ejemplares de esta foca.
Leer: Llega el otoño: planes respetuosos con el medio ambiente para disfrutar de esta estación
Especies extinguidas
Además, el mismo Ministerio ha elaboradora una lista en la que constan las especies extinguidas, que podrían ser objeto de proyectos de reintroducción por parte del Estado, como está siendo el caso de este fócido. El listado está formado por un total de 32 especies, entre las que se encuentran mamíferos como la foca monje del Mediterráneo y el lince europeo, peces como el esturión europeo y la lamprea de río o aves como el pigargo europeo, el grévol y el torillo andaluz. Además de estos animales, una decena de especies vegetales, algunas de ellas declaradas extintas en estado silvestre en todo el planeta como Kunkeliella psilotoclada, un arbusto endémico de Tenerife que fue visto por última vez en 1983 en el extremo noroccidental de la isla, del que aún existen semillas en jardines botánicos.