Las verduras no pueden faltar en tu dieta y, en concreto, algunas que son especialmente aconsejables para mantener a raya los niveles de colesterol-LDL, o también llamado “colesterol malo”
Alcachofas
La alcachofa, tanto lo que conocemos como el corazón de estas, como sus hojas, ayudan a la protección del hígado y de la vesícula biliar, y contribuyen a la eliminación del colesterol malo. Es rica en clorogénico y cinarina, que estimulan al hígado para aumentar la producción de bilis y facilitan a su vez el vaciado de la vesícula biliar. Esto es, en definitiva, la forma que tiene la alcachofa de favorecer la digestión de las grasas.
Pero en función de cómo se elabore la alcachofa estaremos manteniendo o perdiendo los nutrientes que servirán tanto para luchar contra el colesterol como para apoyar una dieta beneficiosa para perder grasas. Una cocción excesiva, pasándonos de tiempo o de temperatura, puede hacer que se pierdan esta propiedades. Así, la forma más efectiva para cocinarlas es al vapor o hervida durante pocos minutos.
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Berenjena
El 90% de esta hortaliza es agua, apenas tiene grasas y si la tomas con piel estarás aprovechándote de toda su fibra. Este alto contenido en agua ha sido motivo de estudio en una investigación sobre el colesterol, realizado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación), que concluyó que el agua de la berenjena ayuda a reducir el colesterol malo, por su alto contenido en ácido clorogénico, que es un antioxidante natural considerado uno de los más efectivos para reducir el nivel de este tipo de colesterol.
El agua de berenjenas es una infusión que está gozando de cierta popularidad y que se prepara con una berenjena mediana, un litro de agua y el zumo de medio limón. Tras lavar bien la berenjena, sin deshacernos de la piel (para sacar partido a su fibra), la debemos cortar en trocitos y añadirla a un litro de agua hirviendo. Tras 20 o 25 minutos, una vez que esté ablandada, debemos dejar reposar la infusión durante una hora y después procederemos a colarla. Vertemos el agua en una botella, a la que añadiremos el zumo de medio limón, y agitamos para que se mezcle bien.
Es muy recomendable beber hasta un litro de agua de berenjena al día, en vasos de agua repartidos en todas nuestras comidas. Puedes empezar con uno en ayunas, otro después de comer, otro a media tarde y finalizar con uno después de la cena.
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Coles de Bruselas
Esta hortaliza tiene un alto aporte de fibra, y de esta la mayor parte es insoluble, lo que ayuda a arrastrar las grasas y los azúcares para eliminarlos de nuestro organismo. Esto lo consigue cuando evita que estos nutrientes lleguen a la sangre transformados en colesterol malo. Además, las coles de Bruselas son ricas en vitamina C, que es un antioxidante natural y actúa contra las grasas circulantes, ayudando a la formación de colesterol bueno, el que por su parte evita la formación de grasa acumulada en las paredes arteriales.
Las coles de Bruselas también aportan vitamina E, magnesio y zinc, que son otros antioxidantes naturales y que colaboran como complemento a la vitamina C y sus propiedades contra la formación de grasa en las arterias. Además, el yodo de las coles estimula la glándula tiroides, que regula un gran número de procesos metabólicos, y entre ellos los que tienen que ver con la combustión de los hidratos de carbono y las grasas.
Pero las coles de Bruselas no solo tienen una incidencia positiva sobre los niveles colesterol, sus beneficios cardiovasculares son mayores si sumamos su facultad de revertir ciertos daños vasculares gracias al efecto antiinflamatorio del sulfato isotiocianato que contienen la coles, que previene la aparición de ataques al corazón, arteriosclerosis y la isquémica cardiaca.
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