OCTUBRE, es el mes de la sensibilización frente al cáncer de mama, sin embargo este post está dedicado a todos los tipos de cáncer y a los cambios cutáneos debido a los tratamientos.
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Todos sabemos que durante los tratamientos oncológicos uno de los primeros cambios que se producen es el del cabello.
Sin embargo, hay otros cambios en la piel que nos obligan en cierto modo a cambiar las rutinas de cuidados cosméticos y los productos que hasta ahora estábamos usando son simplemente nuevas necesidades.
El tratamiento de quimioterapia actúa frente a las células cancerígenas, pero desafortunadamente también sobre las otras células sanas y esto es lo que va a provocar que estos tratamientos afecten a la piel, al cabello y a las uñas, ya que es una de las partes del organismo con más procesos metabólicos. También afecta a la renovación celular, al crecimiento de las uñas y al pelo, ya que es un órgano muy activo y en consecuencia se ve afectado.
Algunos de los principales cambios:
- La pérdida del pelo
- Mayor sequedad en la piel
- Fragilidad de las uñas
- Disminución en la renovación celular
- Mayor sensibilidad cutánea
- Más facilidad de infecciones cutáneas
- Mayor incidencia de alergias cutáneas
En este post no voy a tratar el problema de la pérdida del cabello, pero sí cómo aconsejo cuidar la piel durante los tratamientos (ya hablé de ello en el post anterior).
Como vamos a modificar los hábitos o rutinas en la manera de cuidar la piel, se puede mantener un tiempo (de hecho lo aconsejo) aunque hayamos terminado los tratamientos hasta que se vuelva a normalizar el metabolismo celular.
Al comenzar el tratamiento, uno de los primeros aspectos o cambios que se notan es un aumento de la sequedad de la piel. Esta sequedad es muy probable que se incremente durante las diferentes sesiones o el tratamiento.
Otro cambio importante es que aumenta también la sensibilidad, fragilidad, inflamación y hasta picores en la piel, es como si la piel estuviera muy reactiva, por lo que todos los tratamientos que usemos han de ser específicos para piel sensible y lo más delicados posible.
ALGUNOS DE LOS CAMBIOS QUE PODEMOS SUFRIR EN LA PIEL DURANTE LOS TRATAMIENTOS ONCOLÓGICOS:
Los cambios en la piel y algunos de los problemas mencionados posteriormente van a variar dependiendo del tipo de tratamiento que se vaya a seguir y de la localización de la enfermedad.
Por lo que no siempre se tiene que padecer estos síntomas.
Aparición de erupciones en la piel
Es muy probable que se tengan erupciones y hasta algún sarpullido en la piel, debido a la medicación o a los tratamientos de radioterapia, para ello es posible que se receten pomadas con hidrocorticoides (no más del 1%) y/o antibióticos o antisépticos.
Puede ser semejante a una alergia cutánea, es el conocido “rash cutáneo”.
Si además se tienen picores en la piel -siempre bajo prescripción médica- se puede tomar un antihistamínico oral.
Como productos naturales aconsejo: la loción calamina, el gel de aloe vera (si es posible fresco), vinagre reducido en agua o cremas con óxido de zinc.
Extrema sequedad de la piel
Es otro de los síntomas habituales debido a los tratamientos oncológicos. Además, la piel excesivamente seca puede llegar a provocar grandes picores.
Puede considerarse xerosis cuando la piel se descama fácilmente o si con el simple roce de la toalla se irrita.
Es por ello que aconsejo usar cremas hidratantes continuamente -obligatorio después de la ducha- o aceites como el clásico aceite Jonhson de bebé o BioOil, que dejan una película protectora o los conocidos “body butter”.
Al aplicarlos se debe masajear para asegurar la absorción. Si la crema está ligeramente templada, la aplicaremos mucho mejor –aunque sea calentarla con el frote de las manos-. Es fundamental dejarla secar antes de vestirse.
Hipersensibilidad solar
Muchos de estos tratamientos farmacológicos, como son la quimioterapia, la radioterapia o los tratamientos quirúrgicos, provocan hipersensibilidad solar, también conocida como fotosensibilidad.
Para evitar quemaduras es imprescindible protegerse del sol, sobre todo en las horas de mayor reverberación solar; y si fuera necesario, cubrir la piel con ropa o sombreros.
Es preferible usar filtros solares físicos que químicos, teniendo en cuenta que estos actúan por reflejo del sol y es necesario aplicarlos más a menudo.
Fragilidad de las uñas
Las uñas tanto de las manos como de los pies, sufren también algunos cambios, entre ellos está su extrema fragilidad. Muchas veces aparecen también manchas tanto claras como oscuras.
La cutícula puede enrojecerse y hasta doler.
Es por ello que muchos médicos recomiendan ponerse guantes y calcetines con frío (hielo) mientras se está administrando el tratamiento. Estos tendrían el mismo principio del gorro (Oncobel): evitar la caída del cabello (tal y como explicaba en el anterior post mencionado). De esta forma lo que se consigue es la vasoconstricción. También habría que reducir el contenido de fármaco en esas zonas (es más difícil que llegue).
Pero además se suelen aconsejar seguir otras recomendaciones:
- Llevar las uñas cortas
- No hacerse la manicura con esmaltes que las pueden secar más
- Proteger las manos con guantes siempre que sea posible
- Usar cremas hidratantes frecuentemente, además de cada vez que nos lavamos las manos. Lo ideal sería llevar el producto en el bolso para ir aplicándola a menudo
- Bañar las cutículas y las uñas en aceite natural templado a modo de mascarilla
- Usar calzado confortable que no oprima los dedos de los pies y las uñas
- Vigilar si hubiera algún tipo de infección (hongo, herida o úlcera). De ser así, el aceite del árbol de te puede ayudar, pero lo ideal es acudir al dermatólogo
Úlceras y lesiones cutáneas
Cuando se aplica radioterapia (aunque sea un tratamiento localizado), no se puede evitar dañar células sanas, por lo que puede provocar que la piel se descame, aparezcan picores y hasta dolor.
Pueden aparecer ampollas o úlceras como si fueran quemaduras, y más si el tratamiento es muy largo.
Para calmar la piel se pueden usar cremas con corticoides, posiblemente antibiótico, sobre todo cuando hay heridas o llagas abiertas, además de cremas o pomadas oclusivas con excipientes emolientes.
Los parches como el linitul con bálsamo de Perú, son también muy útiles. De esta forma se les trata como si fueran una verdadera quemadura.
Las cremas con silicona también pueden ayudar a proteger la piel.
CONSEJOS Y PRECAUCIONES:
- Evitar baños y duchas con agua muy caliente, que secarán más la piel y aumentarán los picores ya que se evaporan los lípidos naturales.
- Usar jabones sin detergentes, lo más adecuados son los Syndets. Secarse bien la piel después de la ducha con una toalla suave, sobre todo no dejar secar al aire.
- Evitar los perfumes no solo en los productos que vamos a usar, también en los detergentes de la ropa (suavizantes). Sin darnos cuenta estos pueden provocar irritación y alergias en la piel.
- Usar cremas nutrientes en lugar de lociones, o bien cremas tipo body butter y aceites después de la ducha. Con la piel seca es preferible tomarse su tiempo al aplicarse estos productos
- No se debe escatimar en la cantidad de cremas y aceites, ya que así mantendremos la piel elástica y evitaremos su fragilidad.
- Evitar las exfoliaciones con scrubs, esponjas que rasquen la piel, ya que la dermis es mucho más frágil. Si queremos exfoliar para eliminar descamaciones, lo más adecuado son los sugar scrub húmedos (preferiblemente caseros, que se obtienen mezclando miel y azúcar moreno o avena en copos), además de hacerlo de forma suave.
- Es muy importante el filtro solar si se va a estar al aire libre, la piel es muy sensible a las quemaduras del sol. Son preferibles los filtros solares físicos que los químicos, otras veces solo protegerse del sol, con ropa o simplemente un sombrero. Muchos de los fármacos usados en quimioterapia provocan fotosensibilidad.
- Cuando pica mucho la piel, se puede aplicar si se desea un poco de hidrocortisona en baja concentración o una crema que contenga algo de lidocaína, siempre consultándolo al médico.
- Algunas veces la quimioterapia puede provocar cambios de coloración en la piel, como manchas más oscuras o en pieles más blancas, enrojecimiento. Si se oscurece la piel no hay ningún problema en usar algún producto blanqueador como puede ser el ácido ascórbico o la vitamina C.
- Las cremas deben ser oclusivas pero además pueden contener salicílico, urea, lactato de amonio. Estas cremas se suelen usar también cuando se sufre psoriasis. Si se tiene mucho picor, el mentol o el alcanfor pueden ayudar a calmar la piel, también usar un gel frío como el aloe vera, que lo conservaremos en la nevera.
RUTINAS COSMÉTICAS
Podemos cuidarnos la piel del mismo modo que lo hacíamos antes del tratamiento: limpieza, cremas de noche, cremas de día, sérum, contorno de ojos,…
Sin embargo, el cambio de tipo piel y sus nuevas necesidades harán que necesitemos cambiar de productos.
La piel es más sensible a los cambios climáticos, a los productos cosméticos, a los tratamientos, también es más frágil y generalmente mucho más seca y menos elástica y le cuesta mucho más regenerar.
Por ello debemos utilizar productos lo más naturales posible, evitando algunos excipientes, componentes, conservantes, aromatizantes y colorantes.
Limpieza de la piel:
Debemos igualmente limpiar la piel mañana y noche. De día podemos usar un agua micelar o simplemente agua de rosas. Preferiblemente que sea agua de rosas que agua micelar, ya que podría irritar la piel; a no ser que el agua micelar sea siempre específica para piel sensible, puede contener aloe vera, azuleno o pantenol.
De noche, aconsejo usar un limpiador lipídico, como puede ser una loción o leche desmaquillante, un aceite de limpieza o una crema de limpieza, estas se pueden aclarar con agua.
También aconsejo después de la higiene aplicar un tónico suave, como podría ser de nuevo el agua de rosas o un tónico que sea (siempre) sin alcohol.
Exfoliaciones:
Puede irritar la piel los scrubs, hemos de tener en cuenta que la piel es muy frágil y extremadamente sensible, por lo que si la agredimos rascándola puede erosionarse. Es preferible usar peelings enzimáticos en polvo.
Aconsejo hacerlo al menos una vez a la semana y después ponerse una mascarilla de hidratación.
Mascarillas:
Las aconsejo siempre que se tenga tiempo, la hidratación y nutrición con mascarillas es uno de los tratamientos más agradecidos, de hecho el velo de colágeno, las mascarillas nutritivas con aceites ayudarán a calmar la piel de las posibles rojeces.
Las mascarillas que contengan mentol o que sean frías.
Serum:
Una vez tengamos la piel limpia, aconsejo usar un serum o ampolla que contenga ácido hialurónico, factor de hidratación natural, vitamina E, vitamina B, ceramidas o colágeno, entre otros componentes que no tengan efecto peeling.
Aconsejo evitar el retinol o los AHA a alta concentración, ya que estos componentes pueden irritar la piel y enrojecerla más.
Si se tienen manchas se puede usar un despigmentante con vitamina C, siempre que al aplicarla no se sienta picor.
Crema de noche:
Las cremas de noche las aconsejo algo más nutritivas y densas que las de día y se podrían sustituir por un aceite como el argán, jojoba o la rosa mosqueta.
Ponerse la crema tranquilamente, aplicándola siguiendo siempre un orden para no olvidarse ninguna parte. Las cremas nutritivas se pueden masajear algo más y con ello la crema quedará más repartida por toda la cara.
La crema de noche suave se puede aplicar también en el cuero cabelludo para evitar la sequedad excesiva que provoca la pérdida de cabello.
Cremas de día:
Una de las características importantes de la crema de día es que debe llevar filtro solar, al menos 15 SPF, si no debemos aplicarlo antes (siempre que sea más ligero).
Podemos usar cremas con ácido hialurónico, vitamina E, vitamina F, pantenol, extractos de plantas naturales,… Pero no aconsejo usar retinol, ácido retinoico, ácidos como el glicólico en altas concentraciones (más del 5%) al igual que he indicado durante la noche.
PRECAUCIONES EN LA RUTINA COSMÉTICA
- Si vamos al centro de estética, evitar los paños calientes o el vapor directo en la piel
- Si van a extraer puntos negros, siempre muy suavemente, ya que es muy probable que se produzca alguna herida. Minimizar este punto siempre que sea posible
- Evitar las exfoliaciones o fricciones potentes
- Es preferible los masajes, tanto de pies como los drenajes. En el drenaje linfático es importante que lo haga una persona experta y siempre con la autorización del oncólogo
- Aconsejo pedir muestras antes de comprar las cremas, ya que muchas de ellas si tienen mucho olor podrían molestarnos, no es que sea contradictorio, sino que puede cansarnos. Es habitual ser mucho más sensible a los aromas
- No se debe usar la cera para depilar. El vello en exceso es preferible cortarlo con una cuchilla
- No se deben usar los tratamientos con led, al menos que estos aparatos no estén aprobados específicamente en estos procesos
- Los aceites esenciales son algunas veces muy irritantes para la piel, por lo que se debe intentar evitarlos
- No hay ningún inconveniente en usar maquillajes o colores siempre que sean hipoalergénicos
- Aconsejo leer la etiqueta de los cosméticos para evitar ingredientes no deseados como pueden se los parabenos, la Trietanolamina o la dietanolamina, alcohol, conservantes como el Bha y el Bht, detergentes derivados de los sulfatos, los filtros como la oxibenzona o el octylmetoxicinamato, Triclosan, fenoxietanol y Edta. Algunos textos indican los derivados del petróleo, sin embargo la vaselina al ser muy oclusiva puede ayudar a disminuir la deshidratación yla lanolina (grasa de la lana) pueden provocar alergias
- Sobre los productos que vamos a comprar, últimamente hay algunas marcas que han sido elaboradas siguiendo los parámetros que he indicado anteriormente, lo que facilita en el momento de buscar, pero realmente no es específicamente necesario que solo tengamos que usar estos productos, si nos sentimos confortables con otros productos o algunos de los que ya estábamos usando no tenemos por qué cambiarlos. Por otra parte los productos para piel sensible también son válidos.
MIS RECOMENDACIONES
- BIAFINE
- BIODERMIS DERMASOF
- GG CARE COSMETICS
- MARIA D’UOL
- CONCOSMETICS