¿Cómo saber si a mi mascota le duelen los dientes?

La apatía, dejar de comer, babear o si no te deja que la toques pueden ser síntomas de algún problema de salud dental o en la cavidad oral. Ante la duda, habla con el veterinario sobre su salud bucal

Por Nuria Safont

Nuestros animales de compañía no pueden hablar. Por eso, en ocasiones, es tan difícil saber si se encuentran bien o tienen algún malestar. Por tanto, ante la ausencia de la comunicación verbal, que nos permite saber si alguien está enfermo, la mejor manera de averiguar si las mascotas sufren dolor o si padecen algún problema de salud es la observación de su comportamiento. "En general, cualquier cambio de la normalidad hay que tenerlo en cuenta. Por ejemplo, hay que tener en cuenta si tiene menor apetito, está menos activa, pierde peso, experimenta cambios en el comportamiento, etc. De forma más específica en lo que se refiere a la salud bucodental, la halitosis (mal olor en la boca), babeo más abundante, restos de sangre en el comedero, molestias al tocarle la zona, son indicadores de problemas en la cavidad oral", señala el veterinario Pachi Clemente, director científico de AVEPA (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales). 

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Salud dental, un seguro de vida

Los problemas en la boca son otra fuente de problemas y causante de dolor pero que, a algunos propietarios, nos pasan desapercibidos. "Algunas patologías graves, como puede ser el cáncer en la cavidad oral, pueden dar pocos síntomas. Por lo tanto, cualquier cambio de los indicados anteriormente debe ser motivo de consulta al veterinario. Siempre es mejor confirmar que no sea algo grave, que asumir que no es serio y retrasar el diagnóstico. En cualquier caso, las visitas al veterinario se deberían dar al margen de los síntomas, y en temas de salud bucal las visitas rutinarias no suelen darse, tal y como indican los resultados del estudio Hábitos de los españoles en la higiene oral de los perros que hemos elaborado junto a Mars, especialistas en cuidado de las mascotas. Dicho trabajo ha demostrado que más de la mitad de los propietarios de mascotas no hablan con su veterinario sobre la salud bucal de su perro", alerta el especialista que además es especialista en oncología animal. 

Por otro lado, no hay que olvidar que la salud bucodental puede no solo producir problemas a nivel de la boca (inflamación de encías, pérdida de piezas dentales o dolor entre otros problemas), sino también problemas en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, la enfermedad periodontal está relacionada con problemas de corazón, hígado o riñón, debido a un mayor riesgo de infecciones en estos órganos, cuyo origen es la boca. "Mucha gente no es consciente de esto, precisamente por eso hemos colaborado con 'Pedigree' en la campaña de concienciación social sobre la importancia de la salud bucal en los perros", indica el experto.

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La prevención, tu mejor aliada

    En el caso de las enfermedades bucodentales, "la mejor prevención es el cepillado de los dientes, con productos (cepillos y pasta) específicos para perros. Hay además otros productos, antisépticos o masticables que, usados de forma habitual, ayudan a disminuir la placa bacteriana y retrasan la enfermedad periodontal. Cualquiera que sea el método que usemos ha de ser de forma constante. No hay nada que prevenga el problema si lo usamos de forma intermitente. Además de estos hábitos, una revisión semanal por el propietario (buscando cualquier cambio, inflamación, enrojecimiento, sangrados, problemas de las encías) puede ayudar a un diagnóstico precoz de cualquier problema que pudiera presentar nuestra mascota", apunta el veterinario Pachi Clemente. 

    Por otro lado, y al igual que nuestra salud, la de tu mascota también puede mejorar si contemplas estas tres reglas de oro:

    • Dieta adecuada. La alimentación que necesita un cachorro no es la misma que la que precisa un animal de más edad, esterilizado o durante su gestación o si tienen algún problema de salud típico de algunas razas. Por eso, no todos los piensos valen. Hay que buscar la formulación mejor adaptada al momento y condición de tu mascota.
    • Ejercicio diario. Nuestros animales de compañía corren el riesgo de llevar una vida sedentaria si viven en pisos, apartamentos. Y el sedentarismo es muy peligroso para su salud. Por ello, en la medida de lo posible, hay que procurarles su dosis de actividad paseando con ellos, jugando, etc. Tampoco hay que olvidar que las necesidades varían según la raza y tamaño. Asimismo, antes de someterles a un esfuerzo, debemos asegurarnos de que su estado de salud es bueno para el tipo de ejercicio que van a realizar.
    • Visitas regulares. Si no existe ningún problema de salud que nos obligue a acudir al veterinario con más frecuencia, lo ideal es que, como decíamos, al menos una vez al año, sometamos a nuestra mascota a un chequeo para valorar su estado de salud, especialmente, cuando son mayores (a partir de los 8-9 años), ya que a partir de estas edades están más expuestos a sufrir enfermedades y la detección precoz puede curar a nuestro animal o, al menos, ofrecerle mayor calidad de vida.  

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    Otros problemas en los 'sénior'

    En cualquier caso, no olvides que, además de los problemas dentales, que pueden alterar el comportamiento de tu mascota debido a las molestias y al dolor, si tu animal de compañía es mayor, es probable que tenga otros dolores propios de la edad y que su actividad disminuya. Por ejemplo, los articulares son muy frecuentes en el perro o gato sénior. Para evitar que aumenten, es importante que duerman en una cama para mascotas o colchoneta mullida, ya que el suelo duro y frío puede afectar negativamente a su sistema musculoesquelético. También hay que tratar de que haga ejercicio, puesto que contribuye a evitar la atrofia muscular.

    Asimismo, es probable que pase más tiempo durmiendo, que tenga menos ganas de jugar, que le cueste más obedecer las órdenes o que parezca más despistado. Son síntomas asociados a la edad, así como desarrollar nuevos miedos. Sin embargo, si le observas muy desorientado, se cae, como si perdiera el equilibrio, si da vueltas sobre sí mismo o si apoya la cabeza contra la pared o la mete en algún agujero, acude al veterinario con rapidez. Hay enfermedades neurológicas y del oído que pueden causar algunos de estos síntomas. Algunas pueden ser muy graves. 

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