La preocupación por el abandono de basura y el excesivo consumo de plástico no puede abordarse con rodeos: según un estudio publicado por las Naciones Unidas, en el año 2050 habrá en el mar más fragmentos de plástico que de peces. Sin duda es una situación extrema que preocupa a nivel mundial y que ha propiciado todo tipo de iniciativas privadas que pretenden aportar su granito de arena y que seguro que te interesa conocer. Aunque por otro lado, no hay que olvidar que nuestras pequeñas acciones diarias al reciclar y realizar un consumo consciente, son más importantes de lo que puedes imaginar.
El proyecto que convierte el plástico del mar en ropa
Ecoalf surge en 2009 con la intención de fabricar productos de moda que estén fabricados con materiales reciclados y que tengan las misma calidad y diseño que productos no reciclados. La intención, según Javier Goyeneche, su fundador, es demostrar que no es necesario abusar de manera indiscriminada de los recursos naturales del planeta.
Con cada 70 botellas de plástico recogido del mar, Ecoalf fabrica un metro de tejido. Las botellas se recogen, se limpian, y se convierten en polímero de poliéster mediante un proceso mecánico. Con él se elaboran tejidos, cordones, correas, etc. con los que fabricar zapatillas, abrigos, pantalones... Además, en este proceso se ha ahorrado un 20% de consumo de agua, un 50% de consumo de energía y el 60% de la contaminación del aire.
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También reciclan neumáticos usados, algo muy difícil ya que contienen metales, trozos de tela y antioxidantes, y los convierten en las clásicas chanclas flip-flop que utilizas para ir a la playa y la piscina. Fue un proceso de I+D de dos años conseguir un polvo de neumático limpio que permita crear otros productos reduciendo la contaminación, el uso de energía y la huella de carbono.
Las redes de pesca fantasma que vagan por los océanos se desintegran en los fondos marinos, pero también capturan peces, tortugas, aves, y destruyen corales, acabando con los ecosistemas marinos. Transformar una red de pesca vieja en tejido de nylon requiere la mitad de pasos químicos que el proceso convencional. Con este nylon también se fabrican numerosas prendas ahorrando agua, energía y emisiones de CO2.
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Un parking que se paga reciclando plástico
Por su parte, la marca automovilística Hyundai, consciente del problema que supone el abandono de basura en espacios naturales, ha querido aportar su grano de arena y el pasado verano instaló Eco parkings temporales que se pagaban reciclando plástico. Eligieron la localidad de Sanxenxo, por su proximidad a numerosas playas y por seer uno de los mayores destinos turísticos del norte del país.
Bajo el lema “Coches más limpios, playas más limpias” llevaron a cabo esta acción de sensibilización ecológica que consistía en ofrecer horas de aparcamiento gratis. Esta tiempo se podía obtener en una máquina de la empresa tras introducir en ella latas o botellas de plástico, recogidas de la playa o traídas desde casa.
La iniciativa tuvo una gran acogida y la compañía concluyó que cada parking como este permitiría reciclar las botellas que 25 personas desechan al año.
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