En los últimos años, al aceite de coco se le han atribuido un centenar beneficios no sólo por sus aplicaciones cosméticas, también como uno de los ‘superalimentos’ más poderosos para una vida sana. Incluso se ha llegado a decir que sus propiedades nutricionales superan las del aceite de oliva. Sin embargo, algunos estudios recientes han demostrado lo que ya era de imaginar: tal vez no sea el enemigo número uno de la dieta, pero tampoco es la panacea. De hecho, consumido en exceso, puede acabar dando lugar a una enfermedad denominada arteriosclerosis (obstrucción de las arterias).
“La composición nutricional del aceite de coco es principalmente un 90% ácidos grasos saturados ligados a triglicéridos, es decir, grasas perjudiciales para la salud como el ácido palmítico, ácido laúrico, ácido caprílico y ácido mirístico. Si lo comparamos con el aceite de oliva virgen extra, cuyo contenido son ácidos grasos insaturados, es decir, grasas beneficiosas para el organismo, está claro cuál es mejor a nivel nutricional”, explica la nutricionista y colaboradora de ¡Hola! Marta Lorenzo, reforzando así la tesis de la mayor parte de la comunidad científica, que considera el aceite de coco una grasa no saludable.
- Lee más: ¿Por qué es malo el aceite de palma?
Entonces, ¿por qué durante años se nos ha hecho creer en sus beneficios? Una de las razones principales ha sido el boca a boca, y las recomendaciones de famosas como Angelina Jolie o la modelo Miranda Kerr, quienes han convertido el aceite de coco en el elixir de la eterna juventud, ya sea por sus propiedades hidratantes o como antídoto para prevenir y aliviar patologías como la fatiga, el asma, la depresión o el colesterol.
“Se ha llegado a decir que el aceite de coco ayudaba a reducir el colesterol malo, evitando de esta manera la hipercolesterolemia; algo contradictorio teniendo en cuenta los nuevos estudios que señalan que puede llegar a obstruir las arterias, aumentar el riesgo de padecer enfermedades coronarias y elevar el colesterol. Todo lo contrario que el efecto que produce en el organismo el aceite de oliva”, apunta la experta.
Por qué el aceite de oliva sí es bueno para tu salud
Y es que ni las propiedades del aceite de coco, de mostaza o de soja son igualables a las aceite de oliva, especialmente si es virgen extra. Según el estudio Predimed, el mayor ensayo sobre nutrición hecho en Europa sobre los beneficios de la dieta mediterránea, está comprobado que su consumo diario (entre 45 y 50 gramos al día, es decir, cuatro cucharadas caseras) ayuda a reducir el riesgo cardiovascular y el cáncer de mama, gracias a los polifenoles que protegen al organismo porque son antioxidantes, antiinflamatorios y antibacterianos.
- Lee: Dieta mediterránea: por qué es la mejor del mundo
Además, en este mismo estudio se ve una clara protección frente a la fibrilación auricular (la principal arritmia), la arteriopatía periférica (lo que comúnmente llamamos problemas de circulación en las piernas), la diabetes tipo 2 y el riesgo cardiovascular.
“Una dieta mediterránea lo más variada posible es lo más aconsejable a nivel nutricional, por tanto no tenemos necesidad de introducir ciertos alimentos que no se tienen claro cuáles son su beneficios”, concluye la nutricionista.