Trucos para que no te aburras en el gimnasio

A veces es inevitable sentir que el gimnasio nos aburre, pero existen formas de no perder la motivación y seguir disfrutando del ejercicio físico.

Por Cristina Soria

Es normal que en ocasiones el gimnasio te parezca aburrido: ir a realizar un esfuerzo físico considerable, poniendo a prueba tu fuerza de voluntad, y sin la compañía de una amiga con la que intercambiar palabras de ánimo puede hacerse cuesta arriba.

También es posible que sientas que llevas demasiado tiempo haciendo el mismo tipo de entrenamiento y tengas la sensación de vivir cada día lo mismo. Sea cual sea tu caso, hay pequeños trucos que pueden hacer que tu entrenamiento sea mucho más llevadero y disfrutes de un buen rato en el gimnasio.

Prepara una 'playlist' que te motive

Normalmente los gimnasios cuentan con hilo musical que no tiene por qué contener música que te guste ni te motive. Es más, es posible que te resulte cargante y haga que quieras abandonar la sala cuanto antes. Y nadie mejor que tú sabe qué música es la que te inspira y te hace rendir más. Prepara tu MP3 con las ropa y la toalla del gimnasio, o llévate el móvil siempre preparado con esa selección musical que te resulta infalible. Ya verás como el subidón que te producen las canciones hace que el aburrimiento desaparezca.

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Cambia la rutina

No hay nada peor que pasar demasiado tiempo haciendo el mismo entrenamiento. La monotonía es gran amiga del aburrimiento y, por si fuera poco, puede darte la sensación de que no progresas por mucho que te esfuerces. En definitiva, una combinación mortal.

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Por suerte las posibilidades de entrenamiento son infinitas: si te has cansado de las clases de spinning, prueba con la zumba; si te aburre el pilates haz GAP; cambia tu tabla de entrenamiento en sala o atrévete a probar una clase de fitboxing. Lo importante es que hagas deporte y, a ser posible, que lo disfrutes y te diviertas.

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Hazte con una prenda que te motive

No tienes por qué tener un súper look de gimnasio. De hecho, lo más importante es que la ropa y el calzado que utilices sea cómodo, transpirable y te permita libertad de movimientos. Pero es cierto que unos tops te hacen sentir más favorecida y segura de ti misma que otros, y que hay modelos de zapatillas tan atractivas y con tanto colorido que solo con mirarlas apetece entrenar. Cuando sientas una crisis de aburrimiento deportivo, prepara el conjunto que más te guste y póntelo: seguro que aumentan tus ganas de ir al gimnasio.

Entrena al aire libre

Por muy estupendo que sea tu gimnasio no deja de ser un espacio cerrado, normalmente lleno de gente que va de acá para allá con la pesa en la mano, así que es muy posible que en determinados momentos sientas que te falta el aire. Quizás es el momento de darle una oportunidad al running o a deportes como el tenis o el pádel. También puedes ir al parque más cercano a realizar una pequeña tabla que solo requiera de una colchoneta. Quizás sea lo que necesitas en este momento.

Date un respiro

Es cierto que para notar los beneficios del ejercicio físico en nuestra salud y nuestro cuerpo se requiere constancia y esfuerzo. Pero también lo es que no pasa nada porque te tomes una semana o dos de descanso aunque te sientas culpables. A veces necesitamos un respiro tanto a nivel físico como mental, y no pasas nada si sigues manteniendo un estilo de vida saludable. No descuides tu alimentación y aprovecha los días de descanso para dar largos paseos que te permitan sentirte en forma.

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