Son las 7 AM. Toca levantarse. Suena la alarma y, como otras tantas mañanas, tu móvil (o tu reloj despertador) te invita a posponer ese áspero momento. Cinco minutos más en la cama que saben a gloria. Pero lo que quizá no sabes es que ese gesto, aparentemente, inocente, puede afectar al resto del día, y hacerte sentir más cansada y aturdida, como un poco 'zombie'. Se conoce como el efecto 'snooze' y los expertos en sueño recomiendan no abusar de posponer la alarma o, al menos, indagar por qué tenemos que recurrir a él.
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"Si uno abusa del 'snooze', es decir, del botón para atrasar la alarma del despertador, es posible que se deba a que el cerebro quiera dormir más. Esto podría deberse a que nos hemos acostado demasiado tarde", advierte la especialista en Psiquiatría y Medicina del Sueño, Cristina Zunzunegui, directora del centro de terapia del sueño Somnisa. Y es que, el déficit de sueño es un problema grave que afecta a nuestra sociedad y que está relacionado con una mayor mortalidad y riesgo de enfermedades médicas y mentales.
Lo ideal es tener un sueño lo más continuo y sin interrupciones posible para que sea profundo y reparador. Por eso, es recomendable poner el despertador lo más tarde posible aprovechando, así, todo el tiempo de sueño que podamos antes de ir al trabajo. Ahora bien, "a veces esos diez minutos de más nos pueden ayudar a despertarnos más suavemente y tener menos inercia del sueño -un momento de confusión que suele durar entre 15 y 30 minutos después de levantarnos- . Esto se debe a que podemos pasar progresivamente de las fases de sueño más profundas a las superficiales, desde donde es más fácil despertarse", apunta la experta. Sin embargo, no le ocurre así a todo el mundo.
Así lo puso de manifiesto un estudio llevado a cabo por el Hospital Brigham and Women's en Boston. El trabajo señaló que, para algunas personas, posponer constantemente la alarma del despertador puede hacer que esa inercia del sueño se alargue hasta dos o cuatro horas y que pasemos el resto del día en un estado de aturdimiento y cansancio. Esto se debería a que nuestro organismo se prepara para volver a iniciar las fases del sueño, es decir, dormir, pero le despertamos constantemente interrumpiendo el ciclo, lo que puede llevar a un estado de confusión que puede durar el resto del día.
"El 'snooze' no es ni bueno ni malo, depende de cada persona", señala la especialsita en sueño. En lo que sí están de acuerdo los expertos es que dormir poco y no descansar no es saludable y hay que hacer lo posible para dormir mejor.
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Cómo dormir mejor
Aunque pulsar el boton de snooze o posponer la alarma del móvil resulta muy tentador si no hemos pasado buena noche, como vemos, no es la mejor solución. En cambio, sí lo es tratar de conseguir un sueño reparador. Para ello, es necesario mantener una buena higiene del sueño y eliminar de la rutina aquellos hábitos que impiden dormir de forma placentera.
"Por ejemplo, es importante mantener una buena temperatura en el dormitorio, cuidando la ropa de cama para no pasar frío ni calor, y favorecer la correcta transpiración. La mejor alternativa a los sintéticos son los tejidos naturales como la seda y el algodón”, explica doctora Cristina Zunzunegui. Asimismo, hay que evitar las cenas pesadas, el alcohol, chatear o consultar el móvil antes de acostarse. La luz azul que desprenden los dispositivos electrónicos puede alterar la segregación de melatonina, la hormona del sueño.
Si es necesario, se puede recurrir a tratamientos de terapia cognitivo-conductual para conciliar mejor el sueño y mantenerlo. "Hay algunos tratamientos online, libres de medicamentos y que cuentan con la atención de especialistas, que son ideales para conseguirlo”, concluye la doctora experta en Psiquiatría y Medicina del Sueño.
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