¿Qué es el shadow coaching?

La nueva tendencia de 'coaching' en el entorno laboral también ha llegado a las grandes corporaciones españolas

Por Gtresonline

La productividad en el entorno laboral es una de las cualidades más demandadas por las empresas. Aprovechar el tiempo en nuestro puesto de trabajo es cuestión de organización; de contar con un plan adaptado al volumen de tareas de cada día. Estas pautas pueden trabajarse también a través del coaching, el método que forma y acompaña a profesionales para alcanzar unos objetivos concretos (ya sean de carácter personal o profesional). Como ocurre con otras técnicas, en el coaching también surgen nuevas modalidades; la última de ellas, el shadow coaching o 'coaching como una sombra'. 

Se trata de la versión más avanzada de esta metodología empresarial, en la cual el coach deberá estar pendiente de los equipos y directivos durante toda la jornada laboral. Así, su función principal será acompañar a los profesionales en las labores y reuniones de cada día, es decir, cumplir lo que su propio nombre indica, convertirse en su sombra.

El objetivo es gestionar mejor el tiempo y prestar atención a los detalles

Los propósitos de esta novedosa estrategia son prestar atención al tiempo que se dedica a cada tarea, aumentar el rendimiento de la plantilla, conocer la forma en la que cada trabajador lleva a cabo una misma actividad, ser consciente de la manera en la que se lidera el equipo o del grado de participación e implicación en cada caso. Lo más interesante de este método es que los resultados se descubren en el mismo momento, puesto que el coach interviene cuando cree que es necesario corregir o apuntar algo y existe una retroalimentación entre todas las partes. De esta forma el proceso es más sencillo y se percibe con facilidad un progreso en términos de eficiencia individual.

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La principal diferencia entre el coaching original y el shadow coaching es que el instructor está presente a cada momento y es testigo en tiempo real de la forma de actuar de los empleados y sus jefes, por lo que es posible establecer unos retos y unas metas a medida en cada circunstancia. Actúa en las tres fases de una jornada laboral: antes -para planificar el día y los diferentes actos que haya en él-, durante -para corregir y empoderar a los directivos (a través de cifras y preguntas que pueden ayudarle a realizar mejor su labor)- y después del día -con un análisis profundo y un programa de acción posterior-. Es necesario puntualizar que el experto no deberá interrumpir al líder del grupo, sino esperar a que finalice, con el fin de no dejarlo en evidencia.

La importancia de los datos en los equipos

Tal y como apunta la revista Capital Humano, cuando se trabaja en equipo y el coach debe dirigirse a un grupo de personas, su papel será también hacerlos reflexionar con hechos, observaciones y preguntas como: "En los 30 minutos que llevamos de reunión, tres personas han hablado el 95% del tiempo, mientras que las cinco restantes el 5%. ¿Qué significa esto?". La finalidad es encontrar los puntos fuertes y los puntos débiles de este conjunto de personas para así redirigir los esfuerzos hacia compromisos reales y alcanzables, trabajar la motivación y la inteligencia emocional y sacar el máximo rendimiento de los integrantes.