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Con el otoño los bosques, selvas ibéricas y parques naturales se vuelven más luminosos, por el efecto de la humedad en sus hojas, y una temperatura que invita a descubrir esta naturaleza que nos queda tan cerca, pero a que veces obviamos. España es un país de una naturaleza con fuertes contrastes, donde encontramos bosques que en nada tienen que envidiar a parajes de ensueño de países nórdicos. Descubrirlo está muy cerca, y el otoño es la mejor temporada.
Selva de Irati
La Selva de Irati está situada en los valles de Aezkoa y de Salazar, en los Pirineos de Navarra. Aunque hace mucho tiempo se permitía acceder a los coches, ahora no es posible circular con vehículos particulares en el interior de la Selva, así que la única opción para conocerlo es realizando senderismo o en bicicleta de montaña. Aunque existen rutas guiadas que se pueden contratar para realizar excursiones en 4x4.
Por su extensión y conservación, este es el segundo hayedo de Europa, solo después de la Selva Negra (Alemania). Ocupa 17.000 hectáreas y se mantiene en un estado semi-virgen donde podemos encontrar zonas de protección de aves y de reserva natural. Aunque predomina la haya común, también hay otras especies asociadas a la alta humedad, como el abedul, el tejo, el acebo o el arce.
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Sierra de Aracena
En el norte de Huelva se encuentra este Parque Natural que ocupa una extensión de 186.827 hectáreas que son atravesadas por 600 kilómetros de senderos. En este paisaje de ensueño encontraremos infinitos bosques de encinas, alcornoques, quejigos y castaños, por lo que el otoño es la mejor época para visitarlo, cuando los árboles cogen un color amarillo, rojizo y anaranjado, y la naturaleza despliega todo su frescor.
El pueblo de Aracena es el comienzo de muchas de las rutas que se internan en la sierra, y en ese origen podemos encontrar la Cueva de las Maravillas, que mantiene ese nombre por las increíbles formas que han adquirido las estalactitas y estalagmitas en su interior. Realizar una ruta a caballo por la sierra puede darte una perspectiva única del paseo. Y cuando menos te lo esperas, en mitad de la sierra, llegarás a Mezquita de Almonaster la Real, que fue convertida en castillo, y un hamman árabe donde podrás relajarte. Y no olvides degustar la gastronomía local, con su jamón de ibérico de jabugo.
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Hayedo de Montejo
A pocos kilómetros de Madrid está uno de los hayedos más meridionales de Europa, donde se ha generado un microclima muy húmedo propiciado por las masas de aire que no chocan contra las montañas de la sierra de Madrid. En 2017 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y es precisamente en otoño donde se mejor se puede disfrutar de su belleza, donde se pueden contemplar robles centenarios, acebos y fantásticos parajes junto al río Jarama. Este bosque está habitado por corzos, erizos, zorros y jabalíes.
Unas 25.000 personas visitan cada año este paraje natural, pero conseguir acceder no es fácil, porque se restringió su entrada y no se admiten visitantes a menos que reserven su excursión con antelación y accedan en grupo y guiados por educadores ambientales. Cada día se permite la visita a unas 100 personas, pero como hay grupos procedentes de centros educativos, al día realmente puede haber disponibles entre 30 y 80 entradas para el público común. Una vez allí, el tiempo que dura la excursión es una hora y media.
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