Han sido rechazados durante mucho tiempo por su número elevado de calorías, pero a día de hoy los frutos secos, por suerte, están revalorizados y no se consideran un simple aperitivo. Es más, sabemos que un puñadito de frutos secos al natural, es una pequeña bomba de nutrientes muy beneficiosos para nuestro organismo y una fuente de energía muy saludable y llena de sabor.
Los mejores frutos secos (y otros no tan buenos)
Los frutos secos, en general, contienen más o menos los mismos nutrientes, pero unos tienen más grasas y calorías que otros. Por eso, aunque puedas comer de todos, algunos es mejor consumirlos con moderación. Los frutos secos con más nutrientes y menos calorías son las almendras, los pistachos, los anacardos y las avellanas. En cambio, las nueces de Macadamia y las pacanas tienen menos proteínas pero aportan más grasas. Pero esto no significa que no puedas consumirlas o que no sean saludables, simplemente las almendras o los pistachos son mejores.
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Nueces para el corazón
Las nueces tienen unos elevados niveles de ácidos grasos omega-3, que las convierte en uno de los mejores alimentos (y el mejor fruto seco) para nuestro corazón. De hecho, las dietas que las incluyen están asociadas a un riesgo menos de muerte por enfermedad cardiovascular.
Un estudio de la Universidad de Barcelona, publicado en el Journal of Proteome Research, recomienda comer 30 gramos diarios de nueces para mejorar nuestros niveles de serotonina, reducir la sensación de hambre, disminuir los niveles de azúcar en sangre y también la grasa localizada en el abdomen. Por todas estas razones, se recomienda comer entre 5 y 8 nueces al día.
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Cacahuetes y avellanas para el cerebro
Los cacahuetes se consideran frutos secos, a pesar de ser legumbres, y por eso los incluimos aquí. Contienen grasas saludables y vitamina E, que ayudan a que el cerebro potencie su actividad. Resultan un complemento perfecto para dietas veganas y vegetarianas; y son perfectos para las mujeres embarazadas, porque son muy ricos en ácido fólico, que ayuda a evitar posibles malformaciones en el feto. Eso sí, por su elevado contenido contenido calórico, hay que tomar un puñado pequeño de manera ocasional.
Las avellanas también son muy ricas en vitamina E, cuyo consumo está relacionado con un menor deterioro cognitivo, según un estudio realizado en Estados Unidos por la Universidad de Harvard. También contienen flavonoides, que mejoran la salud del cerebro y le aportan agilidad, además de mejorar la circulación sanguínea.
Almendras para prevenir enfermedades
Son muy beneficiosas para nuestro organismo, y son ricas en calcio y fibra entre otras cosas. También contienen vitamina E, cuyo poder antioxidante puede prevenir inflamaciones y enfermedades cerebrales degenerativas.
Las almendras aportan minerales como el calcio, el potasio y el magnesio, y su consumo regular ayuda a proteger a nuestros huesos frente a enfermedades como la osteoporosis. Además, previenen el estreñimiento y mejoran la digestión gracias a su aporte de fibra.
También ayudan a tener buen humor y mejoran la salud anímica, porque contienen un aminoácido llamado tirosina, que interviene en la producción de la dopamina, la hormona de la felicidad.
La mejor manera de tomarlos
Para que tu organismo se beneficie de los ácidos Omega 3 y de la fibra que contienen los frutos secos, lo mejor es que los consumas naturales o tostados, pero evita los que vienen en paquetes, porque contienen algunos aditivos para que se conserven mejor.
Añádelos a tus ensaladas y macedonias, mézclalos con el yogur, o simplemente cómetelos como snacks entre horas.
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