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Es posible que, en cualquier ámbito de la vida, pero sobre todo en el profesional, nos veamos obligados a negociar para conseguir un ascenso o mejorar nuestras condiciones en la empresa. Por insignificante que pueda parecer, cada negociación es importante y debemos conocer cómo afrontarla para conseguir nuestros objetivos. Ya sea un aumento de sueldo, un horario que nos permita conciliar nuestra vida personal con la laboral, un equipamiento más eficaz para desempeñar nuestra tarea, saber jugar nuestras cartas es fundamental para que los resultados sean los esperados. Eso sí, debemos actuar siempre con educación, elegancia y sin avasallar al interlocutor. He aquí varias claves prácticas para conseguirlo.
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El primer paso, generar confianza
Simplemente con sonreír y mostrar una actitud positiva con nuestro interlocutor ya conseguiremos crear cierta empatía y sentar las bases para que el encuentro acabe en éxito. Asimismo, en una entrevista formal deberemos presentarnos correctamente para personalizar la conversación y salir del anonimato. Decir nuestro nombre con una sonrisa puede convertirse en nuestra mejor carta de presentación y una excelente estrategia para mostrar seguridad y que estamos abiertos al diálogo de una manera lo más honesta y transparente posible.
La primera impresión es la que cuenta
Por supuesto, nuestra imagen y lenguaje corporal es otro importante factor a tener en cuenta en un primer encuentro cara a cara. Una presencia cuidada -sin caer en lo superfluo y artificial- resulta mucho más agradable para el interlocutor y dará a entender que nos tomamos en serio la negociación y queremos ofrecer la mejor versión de nosotros mismos.
Exprésate con claridad
Es fundamental dejar muy claros desde el primer momento nuestros deseos y necesidades, así como los valores que nuestras acciones puedan aportar. Del mismo modo, debemos formular siempre cualquier disconformidad de una manera educada, firme y amable. Evitar malentendidos ayudará a que la negociación fluya por el mejor camino.
Establece tus límites
También es importante tener claro hasta dónde estamos dispuestos a dar. Hay que saber establecer un 'tira y afloja' dentro de unos límites razonables. De lo contrario, dejarnos convencer rápidamente en todo puede hacer que perdamos respetabilidad de cara a nuestro interlocutor.
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No rechazar, sino replantear
No mostrar una actitud negativa y ofrecer soluciones en lugar de plantear problemas es otro elemento esencial en el marco de una negociación. De esta manera, evitaremos estancarnos en puntos muertos o conflictivos de la conversación mostrando un talante conciliador y positivo, siempre dispuesto a buscar las mejores alternativas para satisfacer a ambas partes.
Proximidad
Para tener éxito en cualquier tipo de negociación es importante estar presente en el lugar, no solo física, sino también mentalmente. Mostrarnos cercanos y ser plenamente conscientes de lo que estamos haciendo en todo momento hará que ganemos credibilidad. Además, resulta clave saber cómo piensa nuestro interlocutor para acertar con la forma de acercarnos a él de la manera más conveniente. Escuchar con atención es esencial para saber manejar las riendas del encuentro, pero sin intentar monopolizarlo por completo.
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