Deporte y alimentación forman el tándem perfecto. La nutrición es determinante en el éxito o fracaso de cualquier práctica deportiva, pues proporciona la energía necesaria para llevar a cabo una actividad. Independientemente del estado físico en el que uno se encuentre, la dieta de una persona que practica deporte debe ser rica en proteínas e hidratos de carbono, en la que tomen protagonismo productos como el pescado, los cereales, las frutas, las verduras, los lácteos y los huevos. Sin embargo, los platos no solo deben incluir alimentos que favorezcan el rendimiento, sino también la recuperación.
Muchas veces nos preocupamos por nuestra dieta antes de entrenar, pero nos olvidamos de lo que ingerimos después de la práctica deportiva. Tras haber sometido al cuerpo a un esfuerzo, la alimentación tiene que incluir líquidos para rehidratar, carbohidratos para repostar y proteínas para reparar. Alimentos con los que, además, podemos 'paliar' algunos hándicaps que puedan aparecer.
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Alimentos para prevenir y aliviar las agujetas
En muchas ocasiones, a las 24 o 48 horas de haber atravesado la puerta de salida del gimnasio, comienzan a aparecer las agujetas. Son molestias musculares que se manifiestan al finalizar las primeras sesiones de actividad física o cuando realizamos un entrenamiento más largo o intenso de lo habitual. Este sobreesfuerzo de la musculatura provoca micro roturas de las fibras y una inflamación de la zona afectada, lo que se traduce en un dolor intenso que, afortunadamente, se puede ‘paliar’ gracias a la alimentación.
Aunque no existe una alimentación específica para prevenir las agujetas, un estudio realizado por investigadores del Departamento de Ciencias Alimenticias de la Universidad de Texas (Estados Unidos), comprobó que unas sustancias antioxidantes llamadas elagitaninos, que se encuentran, por ejemplo, en el zumo de la granada, "atenúan la debilidad, mejoran la recuperación de fuerza y reducen el dolor de los músculos". Por tanto, desde el punto de vista alimenticio lo más aconsejable es seguir una dieta que contenga un amplio abanico de alimentos antioxidantes y antiinflamatorios.
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Alimentos para evitar lesiones
Si hay algo más temido que las dolorosas agujetas, son las lesiones. A pesar de que únicamente se aconseja empezar con un calentamiento progresivo, no abusar de los entrenamientos más exigentes e intercalar ejercicios de movilidad y fuerza, existen 'superalimentos' que también puede prevenir e incluso curar lesiones.
El pescado azul es un producto rico en grasas saludables, especialmente Omega-3, una sustancia antiinflamatoria que ayuda a prevenir y curar lesiones. La piña y papaya son frutas tropicales que contienen unas enzimas que disminuyen la inflamación de los tejidos dañados, es decir, reducen la hinchazón y el dolor. Asimismo, los ajos, cebollas y puerros también te protegen de las lesiones. Su fuerte olor se debe a la presencia de la alicina, una fuente de azufre que es un mineral imprescindible para formar los componentes de la matriz que alimenta al colágeno de las articulaciones.
Por último, además de ser importante para evitar la deshidratación, beber agua es fundamental para evitar lesiones. Las articulaciones tienen un 'colchón de agua' como amortiguación para soportar los impactos. Por lo que un buen nivel de hidratación es una de las máximas para mantener las articulaciones durante toda la vida.