Los minerales que vas a necesitar este otoño y dónde encontrarlos
Los cambios estacionales requieren que cuidemos nuestros hábitos alimenticios para afrontarlos al 100% de energía. La llegada del otoño es uno de los momentos más delicados para nuestro ánimo y nuestras defensas.
A pesar de disfrutar aún del buen tiempo y de los coletazos de las vacaciones, el otoño está a la vuelta de la esquina y ya lo notamos en la disminución de las horas de la luz y en la ligera bajada de temperaturas. Este es el momento de tomar medidas para proteger y preparar nuestro organismo ante la llegada del cambio de estación, que puede llegar a ocasionar alteraciones en nuestro biorritmo y estado anímico. Estas alteraciones pueden causar apatía, somnolencia, dolor de cabeza, mal humor y problemas digestivos. Pero podemos hacerle frente con una dieta que incluya los minerales y vitaminas que necesitamos.
La alimentación es tu gran aliada
Para empezar el otoño con la energía necesaria lo más importante es evitar la deficiencia nutricional. Hemos de intentar que nuestra alimentación nos ayude a fortalecer nuestro sistema inmune y al correcto funcionamiento del sistema nervioso, gracias a la ingesta de alimentos ricos en vitaminas, minerales, proteínas y fibra. Para ello, busca los alimentos de temporada, comienza a preparar platos calientes que compensen la incipiente bajada de temperaturas, utiliza las infusiones para hidratarte y toma alimentos ricos en triptófano, como el pavo, la soja y el chocolate negro, que mantendrán a tono tu estado de ánimo. En esta época asegúrate de tomar aquellos alimentos ricos vitaminas y en minerales como el hierro, magnesio, zinc, calcio y selenio.
El huevo
Es uno de los alimentos estrella ya que es rico en proteínas y en minerales. Puedes obtener en cada huevo hierro, potasio, azufre y fósforo, lo que le convierte en un esencial de la dieta otoñal. Escalfados, al horno o en tortilla, puedes incluirlos en cualquier comida del día, desde el desayuno a la cena. Revueltos con setas, son un must otoñal.
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Avellanas
El fruto seco por excelencia del otoño: aportan magnesio, potasio y fósforo y contienen grandes cantidades de vitamina E antioxidante. Solo necesitas un puñado para cubrir el 60% de la cantidad diaria recomendada de esta vitamina. Al igual que el resto de frutos secos, es un excelente aperitivo, pero también puedes tomarlas tostadas en ensaladas o acompañando un plato de verduras a la plancha.
Legumbres
No deberían desaparecer de nuestra dieta en ninguna época del año, pero es habitual dejarlas algo de lado durante los meses de calor. Ahora es el momento de que los platos de cuchara vuelvan a cobrar protagonismo y las legumbres retomen su presencia en la mesa. Alubias, garbanzos y lentejas son un excelente fuente de proteínas de origen vegetal, y aportan potasio, magnesio, fósforo, hierro y zinc, además de vitaminas del grupo B, y vitamina E.
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Cítricos y otras frutas
Los reyes de la vitamina C, siempre dispuesta a fortalecer tu sistema inmune. Incluye en tu dieta naranjas, piña, limones, mandarinas y pomelos. Pero no te olvides del resto de frutas como el kiwi, el caqui o la granada. Llenarán tu organismo de antioxidantes y fibra, además de ayudar a evitar las consecuencias en el organismo de los cambios de temperatura y la bajada de defensas que estos provocan.
Setas
Son la representación gastronómica del otoño. Bajas en calorías y ricas en valor nutricional. Ricas en fibra, entre los minerales que aportan destacan el fósforo, el potasio y el yodo. También son fuente de vitaminas del grupo B, especialmente B2 y B3. Salteadas a la plancha, en revuelto o en estofado puedes disfrutar de ellas en esta nueva estación.
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