Cómo evitar el fracaso escolar
La implicación de padres y profesores es esencial para evitarlo. Estos consejos del doctor Eduardo Junco os servirán para ayudar a vuestro hijo a que supere el curso escolar con éxito.
Dr. Eduardo Junco
Colabora desde hace más de 20 años en la revista ¡HOLA! con artículos de divulgación y actualidad médica. En esta pequeña sección encontrarás información sobre todos los temas que afectan a nuestra salud y bienestar diarios. Y todo ello contado con un estilo ameno, didáctico y profesional.
El termino fracaso escolar es ambiguo y difícil de definir. Se puede entender como un desequilibrio o conflicto que aparece en una situación en la que se dan diversas circunstancias. Por ejemplo, un niño que tiene dificultades de aprendizaje, pero también se puede considerar como 'fracaso' aquellas acciones docentes y educativas poco acertadas y/o un manejo improcedente por parte de la familia y los educadores.
Sin embargo, la definición más extendida, y lo que entendemos la mayoría por fracaso escolar, es la situación a la que llega el niño o el adolescente que, después de pasar determinados cursos y en un momento dado, no alcanza el nivel académico de sus compañeros, comienza a suspender asignaturas, se estanca en sus conocimientos y repite cursos. Asimismo, se rebela contra el entorno y, por tanto, no progresa ni llega a tener los conocimientos necesarios para seguir el ritmo de los escolares de su edad.
Como veis, el niño es víctima de este estado y sufre sus consecuencias, lo padece, pero no lo crea. También genera en su entorno preocupaciones, gastos y problemas que, para muchas familias, son difíciles de resolver.
Esta situación, cada día más frecuente en las familias españolas, y alcanza casi al 30% de la población escolar, lo que nos da idea de su trascendencia y de su importancia en un próximo futuro. Es más, a lo largo de la enseñanza media, alrededor del 30% de los alumnos repiten algún curso, cerca del 35% no terminan segundo de la ESO, el 40% de los alumnos no terminan el bachillerato y el abandono de los estudios en la universidad se acerca al 50% de los que la comenzaron.
Causas que lo provocan
Son múltiples y variadas las razones de este fenómeno, pero se pueden resumir en tres: trastornos del aprendizaje, del desarrollo y la maduración, y emocionales.
Trastornos del aprendizaje
Son los mas frecuentes y tienen su origen en los problemas psicopedagógicos, y los de memoria, atención y razonamiento verbal. El cuadro clínico más conocido es el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Este síndrome, que afortunadamente tiene tratamiento farmacológico eficaz, se caracteriza por la hiperactividad: dificultad para permanecer sentado y quieto, cambiar constantemente de actividad, no obedecer órdenes, no seguir instrucciones, no terminar nunca las tareas, etc., y por el déficit de atención: hablar en exceso, no escuchar lo que se le dice, no ser capaz de mantener la atención en una sola actividad, no fijarse en las indicaciones y órdenes del maestro, etc.
Trastornos del desarrollo y la maduración
Destacan los diferentes cuadros que dan lugar a un retraso psicomotriz de variable intensidad, que deben ser evaluados en estudios médicos y psicológicos. La dislexia, la discalculia (dificultad para aprender y trabajar con números) y la disgrafía (alteraciones en la capacidad de escribir) son alteraciones que afectan a todas las áreas del aprendizaje en la lectura y la escritura, y suelen tener su origen en problemas de percepción, mala lateralización (especialización de los distintos lados del cerebro) y desorientación espacio-temporal.
Trastornos emocionales
Influyen en la aparición del fracaso escolar y suelen estar relacionados con el ambiente familiar (estructuración, vigilancia, ocio, televisión, etc.) la motivación, la autoestima y los hábitos de estudio.
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Valoración del niño con fracaso escolar
Los exámenes de salud, los test de valoración del desarrollo y la maduración, el análisis del entorno socio-familiar, los resultados académicos y el nivel de conocimientos son las bases para analizar y valorar a un niño con fracaso escolar.
- Exámenes de salud. Descartan patologías del sistema nervioso central, malformaciones y trastornos neurológicos, alteraciones de la vista, hipoacusias (pérdida de capacidad auditiva) o trastornos del habla.
- Test de inteligencia. Se mide el cociente intelectual.
- Maduración. Se valora la psicomotricidad, lateralidad, nivel de maduración psicológica e intelectual.
- Entorno familiar. Hay que estudiar el tipo de familia o tutela, nivel económico, la situación laboral de los padres, si se trata de familias monoparentales, si ha habido divorcios o el entorno está desestructurado.
- Nivel de conocimientos. Hay que medir la capacidad de atención, si hay dificultad para el aprendizaje, las habilidades, etc.
Como prevenir la aparición del fracaso escolar
Estos consejos pueden ayudar a los padres a prevenir y evitar el fracaso escolar de los hijos:
- Estar muy atentos a la aparición de malas evaluaciones escolares. No dejar pasar el tiempo y hablar con los profesores. Es importante hablar con el niño, para que esta situación no se prolongue en el tiempo, ya que la recuperación será más costosa y prolongada.
- Los cursos escolares deben ser programados con tiempo sabiendo en cada momento qué conocimientos debe tener el niño y estando muy atentos a sus progresos.
- Valorar su comportamiento dentro y fuera de la escuela. Conocer sus amistades es muy importante. Hablar periódicamente con sus maestros, estar en contacto con el colegio y participar como padres en las actividades que se programen en el centro.
- Si es necesario, para mantener el nivel de sus compañeros deberá recibir clases de apoyo y refuerzo, fuera del horario académico.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro hijo?
Nuestra implicación y apoyo será esencial para que logre alcanzar sus objetivos durante el curso escolar:
- Motivación. Delante del niño, debemos hablar siempre bien del colegio, de la vida académica y de lo bonito que es aprender y estudiar. Fomentar el gusto por hacer bien el trabajo, cumplir las metas que se proponga y alabar el esfuerzo.
- Lectura. Es la base de cualquier conocimiento. El gusto por leer y comprender lo que se lee es el fundamento del estudio y del aprendizaje. La lectura, que lleva a la escritura, son imprescindibles para el buen desarrollo y progreso del conocimiento.
- Aprender a estudiar. Estar delante de un libro durante un tiempo, no es estudiar. A estudiar también se aprende. Es importante que conozcan técnicas de estudio que les estimulen y les diviertan. Favorecer su espacio vital y mejorar el entorno, son de gran ayuda.
- Familia. El niño debe percibir una auténtica implicación de los padres en la vida escolar y en el colegio. La preocupación por sus tareas, el ofrecimiento de ayuda y el ambiente que se vive en el entorno familiar con respecto al estudio, influyen en los resultados académicos.