Consejos para sobrevivir a tu primer día en el gimnasio
Para todo hay una primera vez. Si vas a comenzar con los nuevos propósitos del curso y te has apuntado al gimnasio no temas, esto es todo lo que tienes que saber para superar con éxito tu primer día.
El primer día, en general, resulta complicado, independientemente de si se trata del gimnasio, de un trabajo o de cualquier otra actividad que implique llegar a un sitio nuevo en el que no conocemos ni el espacio ni la gente con la que nos vamos a encontrar.
En esos casos es posible que no sepamos muy bien cómo actuar debido a la inseguridad que nos produce la situación. Pero queremos que disfrutes de tu primer día en el gimnasio y que puedas sacarle el máximo partido, así que te damos las claves para lograrlos.
Antes del primer día
Póntelo fácil y elige un gimnasio que esté cerca de tu casa o de tu trabajo, porque aunque hayas encontrado un gimnasio estupendo con piscina y solarium, si no puedes llegar a él andando te garantizamos que dejarás de ir en poco tiempo. Ten en cuenta que en cuanto te sientas un poco cansada, llueva o haga frío, no habrá quién te haga salir de casa para entrenar por mucha sauna que haya en ese gimnasio que está tan lejos.
Otra cuestión importante tiene que ver con los objetivos que te has planteado a la hora de empezar a ir al gimnasio. Te recomendamos que te olvides de aquellos que sean a corto plazo, porque los resultados tardan meses y semanas en verse, no días. Por eso no debes desanimarte cuando no veas el efecto del deporte en tu cuerpo de forma inmediata.
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Pregunta todo lo que necesites
En pocos sitios como en el gimnasio es tan importante preguntar cualquier duda, especialmente el día. La razón es que si te aventuras a hacer un ejercicio o una serie sin tener claro qué peso es el adecuado para ti o cuál es la postura correcta, lo más probable es que te hagas daño o que puedas padecer una lesión.
Por eso, y como es normal que el primer día te sientas perdida, no es necesario que te hagas la valiente. Cuenta con el apoyo del monitor o entrenador del gimnasio y hazle todas las preguntas que necesites sin que te dé reparo ser nueva. Para todo hay una primera vez.
No te guíes por los que son más “musculitos”
Aunque a veces sí es así, no siempre aquel o aquella con un aspecto más musculado es quien mejor sabe hacer los ejercicios. O puede que haga un ejercicio buscando un resultado que nada tiene que ver con tus objetivos. Así que no copies lo que haga y sigue los consejos del entrenador de tu sala porque es el que sabe lo que necesitas.
Recuerda: no es necesario que lo des todo el primer día, con tiempo y constancia verás más pronto que tarde los resultados.
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No hace falta que te vistas a la última
No es necesario que llegues al gimnasio estrenando hasta los calcetines y ni con la última moda en vestuario fitness. Necesitas ropa deportiva que sea principalmente cómoda. Y utiliza solo complementos que creas que puedes necesitar: cintas, gorras y muñequeras normalmente son un adorno que no te servirán de nada para comenzar a entrenar en una sala, y puede que termines sintiéndote algo disfrazada.
Eso sí, también es importante que la ropa que lleves te haga sentir segura. Intenta no complicarte y seguro que encontrarás un buen equilibrio entre comodidad y estética.
Relaciónate con los demás
En los gimnasios la gente suele tratarse con cierta confianza por el mero hecho de haber elegido el mismo espacio para ponerse en forma. Por decirlo de alguna manera “sois del mismo equipo”, lo que implica que, siempre que no interrumpas a nadie en mitad de una serie, puedes comentar cosas con los demás y pedirles que te ayuden a saber dónde hay que dejar las mancuernas o cómo puedes regular el peso de alguna máquina. Lo más normal es que sean amables contigo y puedas actuar con toda la naturalidad del mundo aunque sea tu primer día.
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