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En algún momento de nuestra vida alguien nos convenció de que la forma de lucir unos abdominales de infarto era hacer ejercicios abdominales, en todas la variaciones posibles y realizando el mayor número de repeticiones posibles. El objetivo que nos planteamos con este tipo de ejercicios es doble: queremos eliminar la grasa abdominal mientras tonificamos los músculos de la zona abdominal. Pero es posible que pertenezcas a ese nutrido grupo de personas que, pese a matarse a crunchs, no logran marcar el ansiado six-pack.
Por eso a día de hoy hay una pregunta que aún nos seguimos haciendo: ¿consiguen los ejercicios abdominales eliminar la grasa que los cubre?
La grasa abdominal es la misma que hay en el resto del cuerpo
La grasa es grasa, independientemente de si se encuentra en el abdomen, en los brazos o en las caderas. Pero eliminar específicamente la que se encuentra en el abdomen es un objetivo perseguido tanto por hombres como por mujeres, y para lograrlo la mayoría recurre a ejercicios que trabajan esa zona de manera concreta, sobre todo abdominales.
El problema es que si solo hacemos esto no es posible eliminar la grasa específica abdominal, porque la única manera de lograrlo es quemar la grasa del cuerpo a nivel general, no centrándonos solo en la que rodea nuestra cintura.
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Y cuando de eliminar grasa se trata lo importante es que nuestro gasto calórico sea superior al que ingerimos, para que nuestro cuerpo tenga que hacer uso de las reservas de grasa. La forma de conseguirlo es realizar ejercicios aeróbico al menos tres veces por semana, como caminar, correr, bicicleta elíptica, nadar… Además hemos de cuidar la alimentación y, por supuesto, realizar abdominales como complemento a nuestro entrenamiento.
Porque lucir las anheladas abdominales es posible pero no sencillo, y no podemos reducir el esfuerzo solo a los ejercicios abdominales. Para corroborarlo se han llevado a cabo numerosos estudios que coinciden en sus conclusiones.
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Qué ocurre si solo realizamos ejercicio abdominal
Esto es lo que se propusieron descubrir en un estudio realizado en Estados Unidos con participantes de unos 20 años, con un peso estable y un estilo de vida sedentario. La intención era comprobar qué efecto produciría sobre su grasa abdominal realizar un entrenamiento basado en ejercicios abdominales concretos. El grupo estudiado entrenó cinco días a la semana durante seis meses, y cada día de entrenamiento hacían siete ejercicios diferentes con 20 repeticiones de cada uno. Para poder contrastar resultados otro grupo de iguales características mantuvo una vida sedentaria durante ese periodo de tiempo.
Finalmente, los resultados mostraron que la única diferencia era un aumento de fuerza abdominal en aquellos que habían realizado ejercicios específicos, pero que no había cambios significativos en el peso corporal ni en la cantidad de grasa abdominal.
Por lo tanto, al igual que ha ocurrido en otros estudios, la conclusión final es que el trabajo abdominal, por sí solo, no va a lograr el milagro. Por supuesto que va a ser imprescindible para lucir six-pack, pero insuficiente si no va acompañado de otro tipo de rutinas que nos ayuden a perder la grasa generalizada y, como hemos dicho antes, de una buena alimentación. Sabemos que no es fácil, pero también que no es imposible, pero ya sabes: no te centres solo en las abdominales y lo conseguirás.
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