Para entender cómo funciona y cuáles son las ventajas y los inconvenientes de esta modalidad de consulta psicológica hay que partir de la base de que no es un nuevo tipo de terapia, sino que se trata de llevar a cabo la sesión que se tendría de manera presencial pero por un canal distinto. Es cierto que, al cambiar la vía de consulta, hay algunos condicionantes, pero generalmente, el trato entre paciente y psicólogo no tiene por qué ser distinto que si se llevase a cabo cara a cara.
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Modalidades
Al no ser presencial, y gracias a las nuevas tecnologías, existen varias maneras en las que el profesional y el paciente pueden establecer sus encuentros. Si bien la manera más completa -y similar a la habitual- de acudir a terapia de manera digital sería hacerlo mediante videoconferencia; el teléfono y el correo electrónico pueden ser dos complementos a este tipo de sesiones.
Ventajas
Gracias a la facilidad que ofrece Internet, esta modalidad de terapia permite un ahorro económico y de tiempo considerable para los pacientes. Además, para las personas más tímidas, el hecho de no estar físicamente frente a su terapeuta le puede servir como desinhibidor, ayudándole así a expresarse con mayor fluidez y sinceridad.
La terapia online resuelve, además, problemas de distancia en caso de viajes o de traslado de los pacientes. Bien sea de manera eventual o por un cambio de residencia, si quien acude a terapia quiere seguir su tratamiento con el mismo profesional podrá hacerlo gracias a las modalidades digitales, siempre que el terapeuta considere que hacerlo así seguiría siendo positivo para su paciente.
Inconvenientes
La terapia no presencial no es efectiva ni válida para todo el mundo. Según cuál sea el problema del paciente es posible que un psicólogo o psicoterapeuta decida no llevar a cabo este tipo de sesiones, bien porque estime que lo que esa persona necesita no se lo puede ofrecer a través de vías no físicas o porque considere que la personalidad del paciente no es la ideal para someterse a este tipo de tratamientos.
El principal inconveniente de las sesiones online es para los profesionales, ya que a través de una pantalla es mucho más complicado para ellos crear el clima de confianza e intimidad que se necesita establecer con quien acude a terapia. Cuando la relación entre psicólogo y paciente comienza desde cero de manera virtual, el tiempo que necesiten para conocerse puede ser mayor que el que precisarían de estar econtrandose cara a cara. Por el contrario, si la terapia online es la continuación o un complemento de sesiones físicas, tal problema se verá reducido.