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Los procesos de duelo cuando se ha perdido a un ser querido requieren de cierto tiempo. Solo así podemos asimilar lo sucedido y comenzar a recuperarnos. A veces, pasa demasiado tiempo, más de un año, y seguimos encontrándonos en una situación de duelo que nos genera dolor, vacío y malestar. En esos casos estamos hablamos de un duelo patológico o complicado. Hay formas de saber si nos encontramos ante un duelo de este tipo y, lo más importante, caminos para llegar a superarlo.
Cuáles son los síntomas del duelo patológico
Aunque no existe una medida exacta que nos diga cuánto ha de durar un duelo normal y a partir de qué momento lo podemos considerar crónico, sí es cierto que un año se considera un tiempo razonable para superarlo. Para saber si una persona atraviesa por un duelo patológico, además del factor tiempo, existen algunos síntomas que pueden darse y que son fácilmente reconocibles:
- No se acepta la situación de duelo y pérdida.
- Se siente que la vida carece de sentido, lo que provoca un gran vacío emocional.
- Sentimos desconfianza hacia la mayoría de las personas.
- Nos sentimos invadidos por una sensación de amargura o de ira.
- No logramos concentrarnos en las actividades diarias porque estamos todo el tiempo pensando en la persona que ya no está.
- Sentirse solo o fuera de lugar a pesar de tener compañía.
- Evitamos encontrarnos con gente que puede guardar relación o recordarnos a las persona que se ha ido.
- Imposibilidad para hablar del ser querido que ha fallecido porque causa demasiado dolor.
Si crees que estás viviendo un duelo crónico o patológico y no sabes cómo solucionarlo puedes acudir a un profesional en busca de ayuda y, además, intentar seguir estos consejos.
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Busca ayuda profesional
Cuando te encuentras en una situación en la que no puedes avanzar por ti mismo y cada vez te sientes peor, no dudes en contar con la ayuda de un psicólogo. La psicoterapia, en manos de un buen profesional, te ayudará ser consciente de los pensamientos y sentimientos que te impiden estar bien para que puedas reconducirlos. Además te ayudará a cambiar tu percepción de la muerte para entenderla como una parte de la vida, para que puedas vivirla de una manera que no te haga daño.
Rodéate de gente que te apoye
En los momentos difíciles necesitamos el apoyo de personas a cercanas a nosotros. Cuenta con tu familia y tus amigos, es importante que sepan por lo que estás pasando. Su compañía te ayudará a pensar en otras cosas de una manera no forzada. Y si los necesitas, ellos sabrán escucharte y prestarte atención.
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Acepta y expresa lo que sientes
No te juzgues por sentir dolor. Las emociones y sentimientos son muy personales y necesitas aceptar los tuyos, ya sean de tristeza, ira o enfado. Lo mejor es que no te reprimas y exteriorices tus sentimientos, que llores si lo necesitas, y que te expreses como mejor te sientas. Si te cuesta hacerlo, escribir un diario puede serte de gran utilidad para sacar fuera aquellas emociones que te impiden avanzar.
No descuides tu salud
Aunque no te resulte fácil, tienes que intentar cuidar de ti y no descuidar tu salud. Sigue una buena alimentación, no dejes de hacer ejercicio y consulta con el médico todo aquello que te preocupe acerca de tu estado físico. Es importante que no olvides estas cosas tan importantes para tu bienestar.
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