Alimentos que debes evitar de noche
La dieta y el sueño suelen ir de la mano. Evita algunos alimentos que pueden estar impidiendo que duermas bien.
Para dormir bien y levantarte tras un sueño reparador, uno de los factores que más debes cuidar es la alimentación. Si evitas ciertas comidas a la hora de la cena es probable que tu estómago te lo agradezca y tengas un mejor descanso, porque es cierto que algunos alimentos, a pesar de ser saludables, no es recomendable consumirlos por la noche.
Verduras crudas
No existe ninguna duda de lo beneficiosas que son las verduras para nuestra salud, y hemos de tomarlas a diario. Pero eso no significa que sienten igual de bien a cualquier hora del día. De hecho, tomar verduras crudas por la noche puede resultar muy indigesto. La razón es que las verduras contienen cantidades de fibra que resultan difíciles de digerir, especialmente por la noche, cuando vamos a tardar poco tiempo en acostarnos. La mejor opción para evitar molestias es consumirlas cocinadas, preferiblemente al vapor, y así evitaremos una digestión pesada que nos dificulte el sueño.
Alimentos picantes o ácidos
Los cítricos como el limón, la naranja y la mandarina están desaconsejados a última hora del día por sus altos niveles de acidez, que pueden causar digestiones pesadas, insomnio, acidez estomacal y pesadez. Los picantes que puedas utilizar para aderezar tus platos pueden causarte el mismo efecto, además de ardores y reflujos. Es preferible reservar ambas clases de alimentos para horas más tempranas del día.
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Infusiones con teína
Seguramente no se te ocurre tomar un café por la noche, a menos que quieras pasarla en vela. Y es posible que a veces prefieras tomar un té después de cenar porque resulta más digestivo y menos excitante. Pero los tés clásicos contienen teína, y pueden evitar que duermas como querrías, al igual que un café. Opta mejor por tomar alguna infusión sin teína que te ayude a hacer la digestión y a conciliar el sueño, como el rooibos, el poleo, la manzanilla o el boldo.
Agua en exceso
Por supuesto que beber agua es bueno a cualquier hora del día, además de que lo recomendable es beber unos dos litros diarios. Lo importante es que repartamos esa cantidad a lo largo del día, y no esperemos a llegar a casa después del trabajo para empezar a beber agua. Si no hemos bebido el resto de horas nuestro cuerpo habrá acusado la falta de hidratación, y si tomamos toda la que nos corresponde antes de acostarnos, es posible que tengamos que levantarnos al baño en más de una ocasión a lo largo de la noche. Por otro lado, no es necesario obsesionarse con beber agua. Si a lo largo del día hemos tomado infusiones, fruta o zumos naturales, ya estamos aportando agua a nuestro cuerpo, y no es necesario que nos bebamos cuatro vasos de agua antes de acostarnos.
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Chocolate
Por un lado supone un aporte calórico que difícilmente vamos a quemar de noche, y por otro contiene cafeína y teobromina. Ambas sustancias son estimulantes y pueden dificultarnos el sueño, especialmente si lo tomamos puro en un alto porcentaje. Mejor reserva esa onza de chocolate para otros momentos del día en los que necesites un extra de energía.
Carnes grasas
Las proteínas de origen animal son una muy buena elección para cenar. Lo importante es que evitemos las carnes grasas, y elijamos carnes magras (como el pollo y el pavo) y pescados blancos. La forma de cocinarlos también es importante: lo mejor es hacer el pollo y el pavo a la plancha, y el pescado al horno, por ejemplo. El caso es evitar los fritos y rebozados que solo conseguirán que tengamos una digestión muy pesada. Las carnes rojas con una excelente fuente de proteínas y hierro, pero sobrecargan las taras del aparato digestivo. Por eso, aunque resulta muy apetecible y socorrido cenar hamburguesas por la noche, mejor hacerlo con moderación ya que se trata de una carne muy grasa que tardaremos demasiadas horas en digerir.
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