Si nosotros nos enfrentamos sin ningún tipo de pudor al famoso síndrome post vacacional, a nuestros hijos les ocurre algo muy similar a la hora de volver al cole. No en vano, llevan más de dos meses de juegos constantes, con unos horarios muy flexibles, viendo cómo anochece muy tarde mientras corren por el parque o la playa, sin saber nada de deberes ni obligaciones realmente importantes. Por eso, en ocasiones, el comienzo del colegio puede suponer un cambio que les produzca cierto estrés y nerviosismo, ahora que se habían acostumbrado a una vida exenta de clases y horarios fijos. Sin embargo, solo necesitas un poco de paciencia y previsión para evitarles pasar un mal rato y hacer que la vuelta a la rutina sea mucho más llevadera.
Retoma la rutina de horarios antes de empezar el cole
Cambiar todos los hábitos de un día para otro puede resultar muy brusco para nuestros hijos y dificultar la adaptación al nuevo curso. Procura unos días antes adelantar la hora a la que se acuestan y también la hora de levantarse. Hazlo de manera progresiva y cuando empiece el colegio evitarás que los primeros días salgan de casa con falta de sueño. Recuerda que, según la edad, han de dormir entre 8 y 10 horas, y es necesario que esas horas de sueño se cumplan.
Y del mismo modo, debemos abandonar el caos de horarios y tipos de comida en que nos hemos sumergido en verano. Retomar una alimentación saludable y comer a unas horas lo más parecidas posible a la que seguimos durante el curso les garantiza contar con la energía necesaria para afrontar el día a día.
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Hablad de aquello que les preocupa
Es muy importante que habléis de manera natural y con confianza de cómo se sienten ante el comienzo del nuevo curso, cuáles son sus ilusiones y cuáles sus inquietudes, en el caso de que las haya. No solo reforzaréis vuestros lazos, sino que también dejaréis el camino preparado para detectar cualquier dificultad que pueda presentarse durante el curso. Escúchales y se sentirán seguros al saber que serán atendidos por sus padres siempre que sea necesario. Esto revertirá en su confianza y autoestima, reduciendo los posibles niveles de estrés.
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Muéstrate positiva con tu propia vuelta al cole
La vuelta al trabajo de los padres es una ocasión estupenda para transmitirles una actitud positiva ante el final de las vacaciones y la vuelta a la rutina. Hazles saber con tus comentarios las ganas que tienes de volver a ver tus compañeros de trabajo y lo bien que te han sentado los días de descanso para desconectar y volver con las pilas cargadas. Así verán que el final del verano puede ser también un momento alegre e ilusionante.
Prepara con ellos el material escolar
Si involucras a tus hijos en la compra y en la preparación de los libros y material escolar aumentarán sus ganas de ir al colegio. Estarán deseando estrenar su nueva mochila y los nuevos cuadernos con todo un curso por delante para llenar de cosas que aún desconocen. Podéis hacer juntos una lista y las correspondientes compras, será una forma excelente de tener todo preparado y compartir una actividad en familia.
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