La distancia puede ser, a la hora de empezar o continuar una relación sentimental, el gran inconveniente al que una pareja debe enfrentarse. El principal problema y la causa que hace de la separación física un problema que tiende a magnificarse es que, por lo general, no suele haber una fecha concreta en la que esta circunstancia termine, lo que puede hacer muy cuesta arriba la situación y llegar a ‘empañar’ los sentimientos hasta el punto de preferir no seguir adelante con el noviazgo.
Pero, a pesar de lo duro que puede ser echar de menos a esa persona especial en tu día a día, existen una serie de consejos con los que llevar mucho mejor las esperas entre encuentro y encuentro hasta que, por fin, consigáis poner punto final a la distancia y empezar una vida (físicamente) juntos.
Confianza
La confianza es la clave que sostiene cualquier relación a distancia. Si no confías en tu pareja será muy difícil conseguir una estabilidad ya que la mayoría del tiempo solo podrás saber lo que él o ella quiera contarte. En este punto no entra solo la confianza en la fidelidad de tu pareja sino también en sus sentimientos hacia ti.
La falta de seguridad en la palabra de tu pareja puede ser la causa de que una relación a distancia no llegue a afianzarse ya que, si no conocías previamente a esa persona, el ejercicio de confianza ha de ser tan grande que no todo el mundo se ve capaz.
Comunicación
Cuando se tiene una relación a distancia es fácil dejar pasar las pequeñas cosas que nos incomodan a fin de que el tiempo que compartamos con nuestra pareja, ya sea físicamente o hablando por teléfono al final del día, quede lo más libre posible de enfrentamientos de cualquier tipo. Esta tendencia puede hacer que, sin darnos cuenta, acumulemos malas sensaciones hasta el punto de hacernos sentir incómodos o molestos por no habernos enfrentado a cada detalle en su momento.
El dicho afirma que “hablando se entiende la gente” y no hay nada más recomendable para una pareja que vive su historia separada físicamente que comunicarse de manera fluida en lo referente a cualquier tema.
Equilibrio
Cualquier relación necesita de una balanza equilibrada entre las dos personas para llegar a buen puerto. En el caso de las parejas a distancia esta debe ser un pilar todavía más fundamental (si cabe) ya que, a la hora de fijar una fecha y un punto de encuentro, puede haber uno que haga un sacrificio mayor que el otro.
Cuando se está empezando una relación de este tipo es posible que, con tal de veros, no os importe viajar y emplear vuestro tiempo y dinero para ver a la otra persona. Pero una historia de amor va mucho más allá de los primeros encuentros y, si solo es uno el que invierte sus ganas y su tiempo en ver al otro, que simplemente espera, sin tener la necesidad de modificar su vida diaria, puede ser que ese miembro de la pareja se sienta saturado e insatisfecho.
Rutina
Las relaciones no son solo cosas buenas, distintas y divertidas. En una pareja hay momentos tranquilos, momentos de soledad y, por qué no decirlo, momentos aburridos. Cuando se tiene una relación a distancia lo normal es que haya planes por hacer, y cosas pendientes que compartir, pero no hay que olvidarse de que tener una agenda llena de momentos lúdicos y de ocio no es lo habitual cuando se comparte la vida en pareja.
Tener esto en cuenta es básico a la hora de saber apreciar y disfrutar momentos tan normales como el de disfrutar de la compañía del otro, aunque cada uno esté leyendo un libro, por poner un ejemplo.