El colesterol es una sustancia que, en los niveles correctos, resulta necesaria para nuestro organismo. Así, este lípido que fabrica el cuerpo por sí mismo, está presente en nuestra sangre y sus niveles dependen en gran parte de las cualidades genéticas y el estilo de vida de cada persona. Se explica de este modo que los médicos recomienden que la cantidad de este colesterol en sangre no supere los 200 mg/dl. Cuando estos valores aumentan, es decir, si el colesterol está alto, es posible que se produzcan cambios físicos e interiores además de que crezca el riesgo de sufrir enfermedades y problemas que estén directamente relacionados con el corazón. Pero, suele ser menos conocido el otro lado de la moneda, ¿qué ocurre cuando los niveles de esta sustancia están bajos?
Dos entidades han colaborado en un estudio sobre el tema
Si el médico nos detecta unos llamativos bajos niveles de colesterol en sangre puede que nos preguntemos qué supone esto para nuestro cuerpo. A diferencia de lo que podría pensarse a priori, un estudio desarrollado por la Unidad de Investigación de Lípidos y Arteriosclerosis del Departamento de Medicina y Cirugía de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (Cataluña) ha demostrado que este hecho no resulta perjudicial para la salud. Teniendo en cuenta el crecimiento de los casos de pacientes con datos elevados de esta sustancia, se han recetado todo tipo de medicamentos que buscaban provocar el efecto contrario, para hacer disminuir la presencia de esta célula y evitar así los peligros que se derivan de su aumento.
Sin embargo, muchos profesionales han preferido tomar otras decisiones frente a la tendencia de recetar medicinas hipocolesterolemiantes -reductoras de colesterol-, como consecuencia de un temor a que la bajada que provocaban les produjera otros daños. En estos casos, los expertos explicaban que el colesterol es una pieza clave en la formación y mantenimiento de la totalidad de los órganos y los tejidos humanos.
El colesterol bajo tiene numerosos beneficios
Para responder a estas afirmaciones se desarrolló esta investigación con el fin de saber si eran o no ciertas. El estudio se realizó a partir del análisis de los niveles de colesterol bajo que todos los humanos, independientemente de sus grupos sociales y etnias, presentan al nacer. Además, otras fuentes con las que se contó fueron las investigaciones metabólicas sobre medicamentos reductores de esta sustancia, y aquellas que trataban el origen, el destino y las enfermedades genéticas relacionadas con el colesterol LDL.
La conclusión es que se ha podido demostrar que estas medicinas no implican ningún riesgo a la hora de reducir el colesterol. Especialmente el popularmente conocido como colesterol malo puede ser sustituido por otros lípidos y fuentes del propio organismo que resultan más beneficiosas. Así, han certificado que no existe un dato límite desde el cual el hecho de reducir el colesterol pase de ser positivo a nocivo. Al contrario, estos investigadores han probado que unos niveles bajos vienen acompañados de numerosas ventajas en términos de salud para los pacientes que ingresan con este tipo de problemas. Además, aparte de la información sobre esta sustancia, han aconsejado controlar los valores de la presión y el azúcar, pues estos sí, al disminuir en una proporción significativa, pueden afectar al organismo.