Pese a ser un tema que suele generar cierta vergüenza, todos producimos gases. Según los expertos, cada día generamos entre medio y dos litros de gases que expulsamos por la boca o a través del recto. Aunque puedan resultar embarazosos y hasta graciosos, según la ocasión en la que se produzcan, también pueden ser realmente dolorosos. Un dolor punzante que puede cambiar de localización, llegando a ser muy molesto. Tanto es así que muchas personas pueden pensar que están experimentando algo mucho más grave que una simple flatulencia que no logra ser expulsada. Sin embargo, si eres una persona con tendencia a sufrir cólicos de gases, puedes aplicar una serie de sencillos consejos con los que poner fin al problema.
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Evitar ciertos alimentos
En la mayoría de las ocasiones, el dolor abdominal cólico se produce por los alimentos que se ingieren. Existen productos más flatulentos que otros que, aunque no se tienen que eliminar de la dieta bajo ningún concepto, las personas propensas a padecer estas molestias deben controlar su consumo. Las legumbres, como las alubias, los guisantes, las lentejas o los garbanzos; los vegetales crucíferos, como el repollo, las espinacas, la coliflor, el brócoli o las coles de Bruselas; y los cereales, especialmente los integrales, son algunos de los alimentos que propician la aparición de flatulencias. La inmensa mayoría de estos alimentos tienen un alto contenido en oligosacáridos, que es un tipo de almidón resistente que nuestro intestino no puede descomponer y se queda sin digerir hasta que llega al colon.
Frutas como la piña, la ciruela, el plátano o las uvas pasas; o los refrescos y bebidas con gas, como la cerveza, tampoco son recomendables. Por otra parte, los productos fritos también deben evitarse, además de por su alto contenido calórico, porque conllevan digestiones lentas y pesadas.
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Infusiones
De entre todos los recursos que nos ofrece la naturaleza, las infusiones pueden ser algunos de los aliados más eficaces para combatir los gases. La manzanilla con anís, el laurel con canela, la menta, el jengibre y el hinojo son algunas de las combinaciones de plantas con las que reducirás las flatulencias en pocos minutos.
Hábitos en la mesa
Al igual que los alimentos juegan un papel fundamental a la hora de genera gases o no, los hábitos en la mesa son igualmente significativos. Se debe invertir tiempo en comer, masticando perfectamente la comida para favorecer la salivación y la digestión. Además, se debe comer en un ambiente relajado, sin tensión ni prisa, y evitar cualquier síntoma de ansiedad, que provoca que la digestión no se haga correctamente. Fraccionar la ingesta en cuatro o cinco comidas diarias también es recomendable.
Vida activa
Además de cuidar la alimentación y respetar unas pautas durante el ritual de la comida, se debe prestar atención al ejercicio. Mantener niveles adecuados de actividad física es fundamental para evitar el estreñimiento, que puede interferir con la expulsión de ventosidades. Muchas disciplinas deportivas pueden ayudar a liberar los gases, como el ciclismo o los ejercicios abdominales, favoreciendo que las molestias desaparezcan. Si no eres una fanática del ejercicio o no dispones de tiempo como para ir al gimnasio, caminar durante quince minutos después de comer, preferiblemente con las manos en la espalda y los hombros atrás, puede ser tiempo suficiente para aliviar de forma efectiva el problema.
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