Los cambios de temperatura, la exposición continuada al sol, la sal y el cloro del mar y la piscina y el calor sofocante pueden causar estragos en nuestra piel. Con la vuelta a la rutina pisándonos los talones, desde HOLA.com hemos recopilado varios remedios caseros con los que conseguir que tus labios, manos, pies y articulaciones luzcan perfectos durante todo el año.
Labios
La sequedad en los labios es una de las más incómodas que se pueden sufrir ya que, en casos avanzados, puede provocar grietas y heridas que se abran al hablar o al comer. El aceite de oliva puede ser uno de los mejores y más intensivos hidratantes que aplicar para prevenir este problema pero, una vez ha surgido, hay que exfoliar los labios antes de aplicar la cura. Mezclar un poco de azúcar con miel o aceite es una gran solución. La mezcla tendrá la rugosidad suficiente como para, al aplicarse en círculos con la yema de los dedos, retirar las pieles secas que se hayan acumulado en nuestra boca. Una vez ‘limpios’, ya sí, podemos aplicar aceite de oliva virgen extra varias veces al día.
Manos
Son una de las partes del cuerpo que más hidratación pierde día a día y, al igual que pasa con los labios, siempre es preferible exfoliarlas antes de hidratarlas en profundidad para conseguir un efecto mucho mayor. Para retirar las células muertas puedes hacer una pasta mezclando una cucharada de avena molida y una de miel. La avena actuará como limpiador y la miel como agente hidratante por lo que tras realizar un masaje en ambas manos se puede dejar actuar durante 10 minutos antes de enjuagar con agua tibia. Una vez limpias, el aceite de coco o el de oliva virgen son dos grandes opciones para untarse sobre las manos, ya que ambos son altamente beneficiosos para la piel por sus propiedades nutritivas.
Codos y rodillas
Las rodillas y, sobre todo, los codos, son muy propensos a secarse mucho más que el resto del cuerpo y, en el caso de la articulación de los brazos, el hecho de que no nos los veamos fácilmente hace que a veces nos ‘olvidemos’ de cuidarlos. Como en los casos anteriores, cuanto más limpia esté la zona a hidratar más fácil y rápida será la recuperación. Para exfoliar los codos y eliminar el tono oscuro se puede hacer una pasta con una cucharada de aceite de oliva, dos cucharadas de zumo de limón exprimido y media taza de sal. Después de masajear con la mezcla hay que dejarla actuar durante 10 minutos para que la acidez del limón cumpla con su función aclarante. Una vez exfoliada la zona y dada la sequedad que los codos y las rodillas suelen sufrir, la pasta de aguacate -hecha con un aguacate maduro machacado y mezclado con aceite de almendras- es la ‘bomba de hidratación’ perfecta para esta parte del cuerpo.
Pies
Son los grandes olvidados hasta que llega el momento de ponerse sandalias y calzado que los deja al descubierto. Los pies secos son de lo más antiestético y cuando la deshidratación es extrema pueden aparecer las temidas grietas. Dada la dureza de la piel en esta zona del cuerpo la exfoliación más recomendable es la que se hace con piedra pómez. Poner los pies a remojo en agua templada durante 15 minutos y frotarlos después con esta roca de origen volcánico es un gran truco para deshacerse de las capas externas de piel muerta. Una vez eliminadas, la manteca de cacao, el aceite de almendras o cera virgen de abeja son potentes hidratantes cuyas propiedades se pueden multiplicar si la aplicación se hace antes de dormir y nos ponemos calcetines para dejar reposar toda la noche.