La cara también necesita hacer ejercicio. Las distintas técnicas de fitness facial -como el kobido, el shiatsu o, incluso, yoga y pilates- han demostrado ser excelentes entrenamientos para mantener los músculos del rostro en plena forma, algo que también tiene su reflejo en una piel firme, tersa y sin rastro de arrugas. Pero, más allá del plano estético, este tipo de gimnasia también está enfocada a la relajación general del cuerpo y la mente. En la cara se reflejan todo tipo de emociones, por lo que presionar ciertos puntos del rostro permite recuperar la calma si se padecen episodios de ansiedad. Estos sencillos gestos ayudan a evitar la rigidez facial y pueden aliviar las migrañas producidas cuando los músculos del cuello se contraen en respuesta al estrés.
Estos puntos de presión son acumulaciones de nervios localizados en ciertas partes del cuerpo, como en las sienes. De este modo, al masajearlas se reactiva la circulación sanguínea, lo que favorece la relajación de músculos tensados y alivia el sufrimiento tanto en la cabeza, el cuello y la cara. Todo depende del movimiento y la presión que hay que ejercer sobre ellos. ¿Quieres saber cómo? Aprende a relajar y estirar el rostro con estos sencillos ejercicios.
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Soltar tensiones acumuladas
Para comenzar con la rutina de estiramientos, conviene realizar un sencillo ejercicio para soltar las tensiones acumuladas en el día a día y que generan rigidez. Con el rostro lo más relajado posible y los ojos cerrados, coloca el dedo índice de la mano derecha en el punto medio entre las dos cejas y ejerce una presión que puedas sentir lo suficiente, pero sin llegar a sentir tensión en la mano. En ese lugar exacto se concentran muchas de las emociones que se experimentan y que no se han permitido liberar libremente.
Masaje en las sienes para reactivar la circulación
Coloca los dedos índice y corazón sobre cada sien, presionando suavemente hasta llegar a sentir el pulso. A continuación, comienza a hacer suaves movimientos circulares hacia afuera desplazando ligeramente los dedos hacia el nacimiento del pelo. De esta manera, se ayudará a reactivar la circulación aliviando la tensión y el dolor de cabeza.
Reduce bolsas y ojeras
Con varios dedos ejerce presión sobre el nacimiento del pómulo y las ojeras. Mantén la posición unos segundos y masajea suavemente dibujando círculos sintiendo como los ojos se relajan poco a poco. Así se reactiva el riego sanguíneo evitando las bolsas y se difuminan levemente las pequeñas arrugas de la zona. También puedes pellizcar suavemente el área de debajo de las cejas para estimular la circulación y estirar la piel del párpado superior.
Relajar la mandíbula
La mandíbula es una de las zonas más complicadas de relajar porque es una de las partes donde se acumula más tensión a lo largo del día, propiciando no solo el llamado bruxismo, sino también otro tipo de problemas musculares. Una buena forma de aliviarla y evitar contracciones que aporten rigidez al rostro es presionar suavemente trazando círculos sobre la articulación. Otros ejercicios eficaces consisten en abrir y cerrar la boca lentamente varías veces, llevar la mandíbula de lado a lado o moverla hacia delante y atrás.