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La fruta es el alimento más sano al que podremos recurrir buscando casi cualquier objetivo, y la hidratación es uno de ellos, porque las frutas tienen un gran poder hidratante, no aportan apenas calorías y resultan muy apetecibles en cualquier formato cuando el calor aprieta. Además de hidratarnos, aportan una gran variedad de vitaminas y minerales con los que complementaremos los beneficios vegetales de estos alimentos.
Acerola (94%)
Según el ranking de frutas con más agua publicado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la acerola está en lo más alto, superando a cualquier otro vegetal conocido. Se trata de una especie similar a la cereza, pero que realmente no guarda relación directa con ella, aunque cuando los primeros colonos europeos la descubrieron le bautizaron con el nombre de “cerecita”, al ser más pequeña que las que conocemos aquí. Sin embargo, su cuerpo está dividido en tres gajos, y su carne es anaranjada y con un sabor similar a la manzana, por lo que también recibe el nombre de manzanita.
Esta fruta americana tiene un alto contenido en vitamina C, mayor que el de las naranjas. Estas aportan entre 500 y 4.000 partes por millón de vitamina C, mientras que la acerola tiene entre 16.000 y 172.00. Es decir, entre 20 y 30 veces más que la naranja. Además, la acerola también aporta vitamina A, flavonoides, vitamina B1, B6 y minerales como el magnesio, hierro, fósforo, calcio y potasio.
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Melón (91,85%)
En España el melón ha sido siempre la estrella del postre veraniego. Su alto contenido en agua hace de esta fruta un diurético natural muy recomendable. Ayuda a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovaculares gracias a su alto aporte de beta-caroteno. Los melones de pulpa naranja son anti-cancerígenos y también ayudan a minimizar los efectos de las enfermedades degenerativas. Contiene potasio, vitamina C y provitamina A y muy pocas calorías, además de que su aporte de azúcar es menor que el de muchas otras frutas. El melón suele ser apto para el consumo incluso en personas con alergias a otros vegetales o a los cítricos.
Pera (91,50%)
Existen más de 30 variedades de pera, en función de la temporada a la que pertenezcan. Cada una aporta una textura, sabor, y color diferente, por lo que puede ser un alimento con alto contenido en agua que podemos consumir en cualquier época del año y no aburrirnos demasiado, porque en cada estación se presenta de una forma diferente.
Son bajas en calorías, solo 53 por cada 100 gramos. Contienen vitaminas A, C, B1, B2 y B3, que regulan en el sistema nervioso. Además, encontramos en la pera una fuente rica en minerales como el calcio, potasio, fósforo, cobre y magnesio. Y también fibra, que favorece la digestión y nos ayuda a combatir el estreñimiento.
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Sandía (91,45%)
Este vegetal puede llegar a los 10 kilos, siendo uno de los más pesados que se conocen. Dos porciones gruesas de sandía equivalen a un vaso de agua, siendo una forma divertida, refrescante y apetecible de hidratarnos en verano, en especial para niños y ancianos.
Al igual que el melón, la sandía también se considera anticancerígena, aunque en menor medida, en este caso por su aporte de licopeno, que es un antioxidante que ayuda a prevenir el cáncer de colon, próstata, pulmón y páncreas. Su sabor suave y refrescante es ideal para preparar zumos, helados y sorbetes.
Fresa (91%)
Todas las frutas con alto contenido en agua son especialmente bajas en calorías. Este es el caso de las fresas que, además ,tienen un contenido alto en fibra y, por tanto, ayudan a regular el tránsito intestinal. Aportan también mucho potasio, ácido cítrico y vitamina C.
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