Las propiedades y características de los alimentos los hacen más o menos adecuados para descansar. Si hemos comido demasiado o hemos ingerido platos pesados podría resultar mucho más difícil para nuestro cuerpo dormir placenteramente. Son numerosas las personas que sufren insomnio ocasionalmente, algo que podría estar provocado por el estrés y que acaba repercutiendo en nuestro estado de salud. Conciliar el sueño es esencial para contar con la energía suficiente para afrontar el día y en ello lo que comemos antes de dormir tiene mucho que ver. Por eso si quieres exprimir al máximo tus horas de sueño deberías incluir en tu dieta sustancias como el triptófano (aminoácido que estimula la hormona del sueño), el magnesio, el zinc o la vitamina B6. Algunas de ellas se encuentran en estos alimentos que puedes incorporar a tus cenas.
El kéfir
Se trata de uno de los manjares más populares de los últimos años. Similar al yogur, este probiótico que surgió en la zona del Cáucaso es uno de los considerados como 'superalimentos'. El kéfir contiene magnesio, hierro y vitaminas A y C y triptófano. Sus propiedades lo hacen un 'superaliado' para el descanso e, igualmente, para decir adiós a la ansiedad.
Los frutos secos
A ventajas como su alto aporte de hierro, magnesio y fósforo se suma la de ser un apoyo para alcanzar el séptimo sueño. Tanto las almendras como las nueces son de los frutos secos más recomendados por los especialistas, por su cantidad de triptófano. Este ingrediente culinario puede tomarse en forma de snack o de toque extra en nuestros platos, aunque siempre en una porción que no supere los 30 g diarios, aproximadamente lo que cabe en la palma de una mano.
El azafrán
El bautizado como 'oro rojo', por su alto precio en el mercado, posee sustancias aromáticas con cualidades sedantes. Con estas propiedades, el azafrán resulta muy adecuado para batallar contra el nerviosismo. En ocasiones se emplea como parte del tratamiento de patologías depresivas. Teniendo en cuenta las numerosas falsificaciones que se realizan de este rico producto, es importante asegurarse de adquirir uno auténtico, pues, por el contrario, sus facultades no serían las mismas.
Los lácteos
La leche, y los lácteos en general, pueden convertirse en un gran apoyo a la hora de dormir. Estos elementos son una verdadera fuente de triptófano. Más que favorecer un sueño agradable, consiguen que este sea de calidad y que cuando despertemos lo hagamos con una mejor actitud. En concreto, el Queso de Burgos es una de las opciones más efectivas. Aun así, para quienes manifiestan alergias o intolerancias a la lactosa, estos productos no estarían recomendados pues podrían manifestar diversos síntomas por su condición.
Fuente de omega 3
El grupo de pescados azules, entre los que se encuentran las sardinas, el salmón, el pez espada, el atún, la trucha, la caballa, el cazón o los boquerones, son un manjar rico en omega 3. No obstante, el pescado blanco es fácilmente digerible y muy nutritivo también para cenar. Al igual que estos peces, las nueces, la soja y las semillas de lino o chía incluyen esta grasa esencial para el organismo. Son muy eficaces cuando se trata de corregir trastornos del sueño.