¿Estás embarazada? El pilates es tu entrenamiento ideal

Destinado a fortalecer abdomen y suelo pélvico, este método es el más seguro y eficaz durante la gestación

por Gtresonline

Las mujeres embarazadas no tienen por qué abandonar su rutina de entrenamiento durante los meses de gestación. La clave reside en adaptar su práctica habitual a su nuevo estado, pensando en todo momento en su seguridad y en la del bebé, por supuesto, siempre bajo consentimiento médico. De esta manera, el pilates puede convertirse en su gran aliado para que tanto el embarazo como el parto sean más cómodos. Para Maribel Fuentes Cañadas, fisioterapeuta especializada en posturología, se trata del método más seguro y eficaz para mantenerse en forma durante este periodo, puesto que al centrarse en los músculos posturales se mejora la estabilidad abdominal y la fuerza del suelo pélvico. Unos aspectos que contribuyen a mantener una posición erguida, permitiendo a su vez más espacio para el bebé y disminuyendo los dolores de espalda.

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Beneficios para la madre y el bebé

Sin duda, unos importantes beneficios no solo para la futura mamá, sino también para el feto, que garantizarán su bienestar a lo largo de la espera. De cara a la mujer, además de fortalecer abdomen y suelo pélvico, su practica regular presenta otras importantes ventajas fisiológicas dado que mejora la resistencia, el equilibrio y la coordinación sin forzar las articulaciones. Además, también ayuda a evitar y prevenir lumbalgias, hombros caídos y tensión cervical.

Por otra parte, favorece la circulación sanguínea, ya que el movimiento se origina en los músculos abdominales, mejorando el riego de esta zona. Un aspecto que beneficia el desarrollo y la salud del bebé, al igual que lo hacen los efectos relajantes y tranquilizantes que se desprenden de los ejercicios.

Otro de sus aspectos fundamentales reside en la respiración, el auténtico secreto del método. Una herramienta muy útil para la madre de cara al momento de dar a luz, puesto que a lo largo de la práctica se aprenderá y asimilará una técnica correcta. Incluso, las ventajas del pilates se extienden más allá del parto, puesto que contribuye a una rápida recuperación tano en el plano físico como en el mental.

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Seguridad ante todo

La experta recalca que la seguridad es un aspecto esencial antes de iniciar cualquier tipo de ejercicio durante la gestación. En ningún caso se debe practicar pilates sin haberlo antes consultado con un médico. Pero además, existen otras precauciones a tener en cuenta para no poner en peligro ni a la madre ni al feto.

- Es muy importante que en los primeros meses el entrenamiento sea muy suave, puesto que el riesgo de aborto espontáneo es más elevado que en resto de etapas.

- En el caso de que nunca se haya practicado pilates con anterioridad, es conveniente esperar hasta el cuarto mes para comenzar.

- Si ya se está iniciada en el método, se aconseja seguir con su rutina de ejercicios habitual, pero adaptándolos y modificándolos a su nueva situación.

- Si al realizar cualquier ejercicio se siente dolor o algún síntoma inusual, inmediatamente debe abandonarse la actividad y consultar con un especialista.

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Otros aspectos a tener en cuenta

Para que la actividad sea plenamente satisfactoria y aporte los beneficios esperados, es conveniente cuidar otro tipo de detalles:

  • Utilizar la ropa adecuada. Prendas deportivas cómodas y anchas, que no opriman el vientre y favorezcan la movilidad son las más indicadas para el entrenamiento.
  • Buena hidratación. Es esencial seguir una dieta equilibrada y mantener un nivel óptimo de hidratación, aunque se recomienda vaciar la vejiga antes de comenzar.
  • Practicar por la tarde. Si es posible, lo más recomendable es realizar el entrenamiento es en las últimas horas de la tarde, cuando la musculatura ya está caliente gracias a las actividades de la vida cotidiana. Nunca hacerlo después de comer.
  • Temperatura agradable. El lugar donde se practique debe estar ventilado y sin corrientes. Asimismo, hay que tener en cuenta que la temperatura del feto es superior a la de la madre, por lo que se debe evitar realizar ejercitarse en espacios muy calurosos que favorezcan una sudoración excesiva.
  • Finalizar con relajación. Las sesiones deberán estar cuidadosamente diseñadas con los ejercicios más adecuados a cada etapa. Conviene finalizar con una relajación dirigida con el objetivo de asimilar correctamente el trabajo realizado.