Si te has hecho una ecografía y tu médico te ha dicho que tienes un quiste en el hígado, lo primero, no te alarmes. Es cierto que saber que hay una masa en el hígado puede asustar. Pero tener un nódulo no significa que sufras una enfermedad. De hecho, los quistes hepáticos son 'hallazgos' comunes en gran parte de la población que se observan cuando te realizan una exploración por otro motivo. No suelen provocar síntomas y no son graves. Nos lo explica el doctor José Ignacio Herrero Santos, del departamento de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra.
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¿Qué es un quiste hepático?
Un quiste es una lesión hepática con contenido líquido. Los más frecuentes son los quistes hepáticos simples, que pueden encontrarse aproximadamente entre el 1 y el 5% de la población sana. Además de estos, hay otros, como los quistes hidatídicos, o los cistoadenomas. Muy raramente podemos encontrar multitud de quistes en el hígado (frecuentemente, también en los riñones) en una enfermedad hereditaria llamada poliquistosis.
¿Por qué aparecen?
No se conoce la causa de la aparición de los quistes simples. Sin embargo, sí se sabe qué provoca los hidatídicos. Estos son la consecuencia de una enfermedad parasitaria, la hidatidosis.
Esta es una infección producida por el gusano Equinococcus granulosus o Echinococcus multilocularis que se puede encontrar en alimentos contaminados. El E. multilocularis se puede encontrar en algunos animales domésticos. De ahí la importancia de protegeles adecuadamente para evitar el contagio de enfermedades a los humanos.
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Los quistes, ¿son más frecuentes en mujeres o en hombres?
Los quistes hepáticos simples son algo más frecuentes en las mujeres. Cuando se trata de quistes simples de gran tamaño (infrecuentes), la diferencia entre hombres y mujeres es mayor (son casi exclusivos de las mujeres).
¿Puede volverse 'malo' un quiste hepático?
Los quistes hepáticos simples no malignizan. Habitualmente, no producen ningún síntoma aunque muy raramente (sobre todo, quistes de mayor tamaño) pueden producir compresión de estructuras vecinas, rotura o infección del mismo. Los cistoadenomas, que son poco frecuentes, pueden evolucionar a un cistoadenocarcinoma, por lo que se recomienda su tratamiento quirúrgico.
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¿Y un hemangioma?
Un hemangioma es una masa no cancerosa, es decir, benigna que también puede aparecer en el hígado. Está formado por un grupo de vasos sanguíneos. Tu médico puede detectarlo en una exploración ecográfica o mediante otra prueba de imagen rutinaria o para localizar otra afección.
Los hemangiomas tampoco se malignizan, por lo que no es preciso tratarlos, salvo cuando producen síntomas.
¿Qué controles se llevan a cabo en los quistes hepáticos?
En general, los quistes hepáticos simples tienen un aspecto muy característico en los estudios radiológicos. Por tanto, si son pequeños (menores de 4 cm) y asintomáticos no es preciso hacer ningún seguimiento. Se recomienda hacer controles radiológicos periódicos a los pacientes con quistes de mayor tamaño durante 2-3 años (si continúan estables, no es necesario hacer nuevos estudios). Si el aspecto radiológico de los quistes no es el característico de un quiste simple, deben estudiarse con otras pruebas complementarias.