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Aproximadamente 2 millones de mujeres y un millón de hombres padecen osteoporosis en España, una enfermedad que provoca la disminución de la masa ósea. Los huesos se vuelven más frágiles y se rompen con más facilidad, por lo que resisten peor cualquier tipo de golpe.
La disminución de la masa ósea es algo natural a partir de los 30-35 años, pero hay factores que favorecen esta pérdida, como la menopausia en el caso de las mujeres, la falta de hábitos de vida saludable, el consumo de determinados fármacos y algunas enfermedades como las reumáticas.
La osteoporosis es una enfermedad silenciosa, que avanza sin manifestar síntomas hasta que se produce una fractura por el desgaste del hueso. Por suerte, a día de hoy, los reumatólogos cuentan con las herramientas necesarias para realizar un diagnóstico precoz que pueda prevenir la osteoporosis y para combatirla cuando ya ha aparecido.
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La importancia del ejercicio físico
El estilo de vida que tengamos influye en nuestros huesos y puede ayudarnos a mejorar su calidad: seguir una alimentación rica en calcio, no fumar y realizar ejercicio físico de manera habitual pueden hacer por nuestros huesos más de lo que imaginamos. Practicar deporte a diario, como decíamos, es otra de las claves para prevenir la osteoporosis y, si no se padece ninguna complicación de tipo físico, podemos elegir el que más nos apetezca para estar en forma.
Si se nos ha diagnosticado osteoporosis, sigue siendo fundamental que hagamos ejercicio, pero hemos de evitar aquellas prácticas que resulten bruscas y puedan provocarnos fracturas, como por ejemplo el running, los saltos o los ejercicios con pesas.
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Ejercicios aeróbicos con cierto peso
Este tipo de ejercicios son los más indicados. Nos referimos a aquellos que se realizan de pie, por lo que el peso recae sobre los huesos de las piernas, las caderas y la parte inferior de la columna vertebral, haciéndolos trabajar y retrasando la pérdida de minerales en ellos. Se trata de ejercicios aeróbicos de bajo impacto como caminar, bicicleta elíptica y algunos tipos de baile. Subir y bajar escaleras, si bien no son “deportes”, sí son hábitos que van en esta dirección.
La natación y andar en bicicleta resultan excelentes para estar en forma y mejorar nuestra salud cardiovascular, pero no proporcionan la carga de peso en nuestros huesos que se necesitan para evitar la pérdida de minerales.
Ejercicios que ayuden a mantener el equilibrio
El desarrollo del equilibrio es muy importante para evitar posibles caídas y las fracturas que pudieran producirse como consecuencia de las mismas. Para lograrlo es muy importante que los pacientes tonifiquen su musculatura (aquí la natación si resulta útil) y refuercen su equilibrio practicando, por ejemplo, tai chi, una disciplina que ayuda a centrar nuestro eje corporal.
En cualquier caso, si padecemos osteoporosis es imprescindible contar con la valoración del médico especialista para saber en qué punto nos encontramos de la enfermedad y qué ejercicios son aquellos que más nos pueden beneficiar.
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